Las quejas de las banderas, la reivindicación por nuestros derechos u otras reivindicaciones siempre están en la boca de nuestros políticos cuando llega la celebración del Orgullo LGTBI. Todos quieren ser los que más nos representan, o los que mejores derechos e igualdad van a generar, pero a la hora de la verdad todos se olvidan.
Tenemos las elecciones a la vuelta de la esquina y las diferentes leyes que ha sacado el Gobierno o tienen en su programa electoral los diferentes partidos políticos para la próxima legislatura llenan los debates de las casas y de nuestros representantes. Vivienda, ocupación, sanidad, empleo, impuestos, todos son temas importantes, pero ¿qué hay de la igualdad?
Los derechos LGTBI ya no han vuelto a estar en el foco, cuando ya pasa “la parte importante” para pedir el voto se olvidan de nosotros. Ya no nos dicen las leyes que quieren llevar, lo que quieren reformar, la manera de hacerlo o, simplemente, el apoyo de las instituciones. Con esto no quiero decir que este tema sea el más relevante o haya que estar hablando todo el rato. Solo me limito a transmitir que a todos nos conviene hablar de las personas LGTBI cuando el Orgullo se acerca para “tenernos contentos”, pero cuando hay que hablar de verdad de estas leyes para saber a quién poder votar no lo hacen.
Los derechos LGTBI ya no han vuelto a estar en el foco
Hace poco lo decía en una de mis opiniones y con este tema vuelvo a recordar ese desprecio, agresiones o fobias que recibimos. Que hayamos tenido un pequeño avance para poder ser nosotros mismos no quiere decir que ya tenga que acabar esta lucha. Diariamente, nos están matando, nos pegan, insultan, recibimos odio en los trabajos… Aunque parezca mentira eso sigue pasando, hay personas que lo siguen sufriendo y tienen miedo ¿no es razón suficiente para hablar de leyes LGTBI?
La lucha por nuestros derechos no es solo un tema político que nos tiene que contentar con lo que los representantes digan, es un tema social de todos los vecinos y vecinas, un movimiento con el que pedimos igualdad y respeto, con el que queremos vivir en tranquilidad, como lo puedes hacer tú.