La subida en la factura de la luz ha pegado fuerte a todos los ciudadanos que buscan las artimañas para tratar de ahorrar en el consumo después de este varapalo en un momento tan delicado como el verano. El consumo se dispara a la par de las temperaturas y lejos de facilitar las tareas de casa, los horarios se aprovechan de los momentos en los que más consumimos. Una buena forma de ahorrar algo de dinero en el consumo eléctrico puede ser a través de paneles solares domésticos. Una solución ecológica, que aprovecha algo que está presente para todos y aún no ha comprado ninguna empresa: El Sol.
Antes de pasarte a la alternativa conoce los tipos de paneles de los que dispones para instalar. Las diferencias económicas y en cuanto a eficiencia de las placas solares monocristalinas o policristalinas son un aspecto importante a tener en cuenta antes de tomar una decisión. Conoce las diferencias entre ambas y saca la calculadora para saber cuánto dinero puedes ahorrar.
Las células fotovoltaicas pueden estar compuestas de silicio de un único cristal o de policristal, lo que hace que los que están formados con un único tipo de material guarden un aspecto más homogéneo con un tono azul oscuro o negro. Por su parte, los policristalinos, tienen un aspecto azulado más claro. Lejos de la apariencia estética, hay que destacar que la eficiencia es un elemento diferenciador. La productividad de las placas mono es alrededor de un 2% o un 3% mayor respecto a la poli.
Sin embargo, las poli cristalinas con mucho más competitivas, porque ofrecen unos precios algo más reducidos debido a que se crean con mayor rapidez, dándole una buena relación calidad precio. Los compuestos por células de un único cristal tienen un mayor coste de fabricación, pero cada vez se ha ido reduciendo más. El precio puede parecer determinante, pero, a pesar de las diferencias, depende mucho del espacio del que disponemos qué tipo de paneles nos interesan más. Para lugares más reducidos necesitamos muchos más vatios en poco espacio, de modo que es más interesante utilizar mono cristalinos. Por su parte, en grandes superficies, se termina compensando la menor productividad de los poli cristalinos.
La luz alimenta los paneles pero el calor disminuye su eficacia, en mayor o menor grado según el tipo
Las temperaturas son importantes también, parecería que a mayor temperatura mayor productividad, pero no es así. La luz alimenta las placas pero el calor reduce su producción. Ante temperaturas altas las instalaciones de poli cristalinos tienen un mejor comportamiento reduciendo menos su eficiencia que los mono.
Una vez determinados los tipos de paneles que mejor se amoldan a ti es importante tener en cuenta las formas en las que podemos disponer de energía solar. Podemos tener paneles independientes a la red eléctrica que generen energía y la almacenen en baterías para aprovecharlas en momentos donde no haya Sol. Por su parte, otra modalidad puede ser con instalaciones que se complementen con nuestro suministro eléctrico de siempre. Cuando hay Sol se aprovecha el voltaje que se genera por la luz y en los momentos en los que no recibe energía, se utiliza el suministro de la compañía.
La manera en la que te beneficias de este recurso que está presente para todos de manera natural dependerá fundamentalmente del uso que quieras darle y de la financiación de la que dispones. Es importante que te asesoren verdaderos expertos en la materia que conocen bien casos anteriores en los que basarse para recomendarte una instalación u otra. Empresas como https://mastersinsolar.es/ disponen de varias marcas y modelos para que además de no gastar de más ahorres en su consumo.