“Hago ‘chas’ y aparezco a tu lado”. No sé cuántas veces habremos repetido el estribillo del icónico tema de Alex y Christina, pero nunca había cobrado tanto sentido como ahora. Parece que a Puigdemont solo le ha hecho falta chasquear los dedos una vez para reaparecer en España y desaparecer poco después de darse un baño de masas.
Este 8 de agosto, día en el que estaba prevista la investidura del socialista Salvador Illa, el expresidente de la Generalitat volvía a pisar el territorio nacional, después de siete años fuera del país para evitar ser juzgado por el referéndum celebrado el 1 de octubre de 2017. A primera hora del mismo jueves ya se le había perdido la pista y, de hecho, la última vez que se ha dejado ver ha sido durante el discurso que pudo dar, sin ser detenido, en el acto organizado por Junts en el Arc de Triomf.
Carles Puigdemont orientó su intervención en torno al “derecho de Cataluña a decidir su futuro” y a una ley de amnistía que, asegura, “tenía que servir para devolver a la política lo que nunca tendría que haber salido de la política”, insistiendo en que “un país con una ley de amnistía que no amnistía tiene un problema de naturaleza democrática". “Hoy he venido para recordarles que aún estamos aquí”, decía el expresident, aunque lo cierto es que de él ya no se sabe nada. Solo que logró huir entre la multitud y que, según los Mossos, utilizó un coche para hacerlo, esquivando incluso esa ‘Operación Jaula’ que se puso en marcha para realizar controles en toda la comunidad.
La peripecia de Puigdemont está siendo investigada para esclarecer los hechos, pero, por el momento, podemos afirmar que visita exprés del expresidente de la Generalitat ha terminado con su huida del país y con la detención de dos mossos d´Esquadra acusados de colaborar en la fuga, aunque el primer agente detenido ya ha sido puesto en libertad provisional.
Mientras, el Partido Popular ha calificado de “humillación” lo ocurrido. Alberto Núñez Feijóo considera que hemos vivido un “espectáculo delirante” que daña la imagen de España de manera “imperdonable”. En esta misma línea se ha pronunciado el portavoz del Gobierno de la Comunidad de Madrid, lamentando la “imagen bochornosa del prófugo Puigdemont paseándose por Barcelona y desaparecido”, aunque para Miguel Ángel García esta desaparición no ha sido por arte de magia, sino “por arte de Sánchez”, del que no espera otra cosa que “su dimisión” como presidente del Gobierno de España.