No es la primera vez que visito Málaga, ni tampoco será la última. La última fue en 2019, previo al Covid, por lo que mi vuelta a la capital homónima ha sido tan esperada como la Feria para los malagueños y malagueñas. Con todos vosotros, algunos planes y rincones de la ciudad para disfrutar de un verano, otoño, primavera o invierno 'a la malagueña'.
Ser la 5º ciudad española en mayor número de habitantes no es casualidad. Málaga tiene algo. El 'color especial' de Sevilla deja el relevo a los olores en la 'capital de la Costa del Sol': mar, azahar (y espetos). Si te gusta pasar tus vacaciones con los pies en la orilla y con un buen clima, este es tu sitio.
¿Un bañito?
Lo primero que me gustaría destacar es que el verano es bastante seco, es raro que llueva en junio, julio o agosto. Lo normal es que la temperatura en las vacaciones de verano sea 'moderada'. Con casi 3.000 horas de sol al año, disfrutar del mar Mediterráneo se hace muy ameno. Eso sí, como tu visita coincida con el Terral, prepárate para sentir tu chapuzón mediterráneo como si fuese en pleno Cantábrico. Este fenómeno meteorológico aumenta las temperaturas fuera del agua, pero hace que el mar descienda su temperatura.
Otra de mis recomendaciones en este aspecto es llevar cangrejeras/escarpines. Las playas malagueñas, normalmente, son de piedra; por lo que si tus pies son sensibles o simplemente no quieres acabar con alguna que otra herida en tus plantas, ¡hazte con unos!
Si hablamos de playas, La Malagueta es la mítica y más conocida, pero para mi gusto y si cuentas con vehículo en tus vacaciones, aprovecha y desplázate hasta otra de las 14 playas que componen su litoral. Las pequeñas y escondidas calitas son las más bonitas, pero en materia de accesibilidad, comodidad y seguridad; tienes un amplio catálogo donde elegir.
¡Vamos pa' la Feria!
Este año, Málaga ha vuelto a celebrar una de sus grandes citas del verano: la Feria. Una semana donde la ciudad y sus calles se llenan de alegría y color para acoger este evento de fama internacional.
Una de las cosas que más me llamó la atención fue que, tal y como nos contaron, es la única de España en la que hay dos recintos diferenciados: el Centro Histórico para el día y el Real Cortijo de Torres para la noche. Dos formas distintas de vivir una misma feria que se siente, se saborea y se disfruta en cada detalle, rincón y momento.
Málaga celebra en agosto una de sus grandes citas del verano: la Feria
Málaga, pura Historia
Para los que les encanta empaparse de cultura e Historia en sus viajes, estáis de suerte. Málaga se ha convertido en una auténtica Ciudad de Museos. Con cera de 40 de estos espacios, la mayoría de ellos se encuentran en el Centro Histórico, destacando el de Picasso y el Centre Pompidou, dos de los emblemas en este aspecto.
Si hablamos de espacios históricos, tienes un listado de hasta 51 monumentos repartidos por la ciudad. A destacar el Teatro Romano, La Alcazaba, el Acueducto de San Telmo y el Castillo de Gibralfaro, entre otros.
Naturaleza viva
Málaga cuenta con un patrimonio natural que ofrece la oportunidad de hacer otro tipo de turismo. Lugares de una riqueza medioambiental extraordinaria como el Parque Natural Montes de Málaga, el Paraje Natural Desembocadura del Guadalhorce, el Jardín Botánico-Histórico de Málaga “La Concepción” o el Parque de Málaga.
Málaga, para comérsela
El Parque Natural Montes de Málaga posee una gastronomía singular. A lo largo de la carretera de Los Montes o Carretera de Colmenar (A-7000) se encuentran una serie de restaurantes conocidos popularmente como ventas, que forman hoy una zona culinaria diferenciada de la ciudad, tanto por su localización como por su especialización.
Además, cabe destacar que la ciudad gozó durante los siglos XVIII y XIX de una gran fama gracias a sus vinos, lo que permitió exportaciones de este a lo largo y ancho del globo. Sin embargo, una fatal plaga de filoxera desde 1878 hasta el tercio del siglo XX arrasó con la mayoría de los cultivos, perdiendo su posición en el mercado. Un lugar privilegiado para el vino malagueño que, actualmente, ha recuperado el reconocimiento amparado bajo las Denominaciones de Origen "Málaga" y "Sierras de Málaga".
Como broche final, me gustaría reseñar una de las mejores cosas que tiene la ciudad: su gente. La amabilidad y la predisposición de los y las malagueñas es de valorar. Te acogen como si fueses un lugareño más y es que ya lo dice el dicho: Si vienes a Málaga, ya eres de Málaga.
¿A qué esperas para visitar Málaga? ¡Estoy convenida de que repetirás!