Hemos visto a Arabia Saudí levantando pistas de esquí en mitad del desierto, construyendo destinos exageradamente lujosos y dotados de las últimas tecnologías y erigiendo desmesurados rascacielos. Aún así, todo lo que hayamos visto hasta ahora se queda corto en comparación con el último proyecto presentado por el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, el cual no tiene nada que envidiar a las películas de ciencia ficción.
Los efectos del cambio climático, la pérdida de biodiversidad, el calentamiento global, la contaminación del aire, la desforestación, la sobrepoblación... todos estos problemas son los que han inspirado el proyecto THE LINE, el cual se propone acabar con todas estas dificultades mediante la construcción de una nueva forma de vida urbana, una inmensa ciudad futurística.
¿Cómo será?
El diseño de THE LINE refleja cómo serán las comunidades urbanas del futuro en un entorno libre de carreteras, automóviles y emisiones. La nueva ciudad tendrá tan solo 200 metros de ancho, 170 kilómetros de largo y estará situada a 500 metros sobre el nivel del mar, exactamente se construirá en la provincia de Tabuk, en Arabia Saudí.
THE LINE tiene previsto acomodar eventualmente a 9 millones de personas en una superficie de 34 kilómetros cuadrados, lo que sería imposible en otras ciudades de capacidad similar. Esto supone una huella de infraestructura muy reducida en comparación a las ciudades tradicionales y tendrá el objetivo de crear eficiencias nunca antes vistas en las funciones de una ciudad.
En su interior habrá residencias de todo tipo, zonas de ocio y comerciales, zonas verdes, parques y escuelas. Todavía no han hablado de grandes industrias en su interior, por lo que podemos suponer que la importación tendrá un papel muy importante. El exterior de las gigantescas paredes que forman la kilométrica estructura en forma de línea, estará envuelto en espejos para fundirse con su entorno. El clima en el interior estará controlado durante todo el año, lo que permitirá a los residentes disfrutar del entorno y la naturaleza. Además, la ciudad está pensada para ofrecer el máximo confort al ciudadano y por ello ofrece un nuevo enfoque para el diseño urbano que consiste en una ciudad vertical por la que puedes moverte sin problema por sus tres dimensiones (arriba, abajo o transversalmente).
THE LINE promete que se priorizará la salud y el bienestar de las personas sobre el transporte y la infraestructura, a diferencia de las ciudades tradicionales
Un lugar asombroso
THE LINE promete ser un lugar para prototipar negocios, una solución ambiental al urbanismo y una comunidad que inventa el futuro. Pero, ¿si no hay automóviles, cómo nos desplazaríamos? El proyecto asegura que su estructura vertical facilita que puedas moverte fácilmente y llegar en cinco minutos a cualquier lugar, excepto si quieres ir de un extremo a otro, para lo que deberás coger el tren de alta velocidad que tarda 20 minutos de punta a punta. Pero piénsalo, los viajes reducidos crearán más tiempo para el ocio, no habrá que pagar gastos como el seguro del coche, el combustible o el estacionamiento, lo que significará un aumento en los ingresos disponibles para los ciudadanos.
Sin carreteras, automóviles ni emisiones, la ciudad será cero carbono, lo que se conseguirá al eliminar la infraestructura intensiva en carbono como automóviles y carreteras. Operará con energía 100% renovables y el 95 % de la tierra se preservará para la naturaleza. Además, la integración de la naturaleza y los espacios abiertos en todas partes desempeñará un papel importante en la purificación del aire.
THE LINE promete que se priorizará la salud y el bienestar de las personas sobre el transporte y la infraestructura, a diferencia de las ciudades tradicionales.