Llega el verano y todos queremos dejar de hacer cosas. Los niños también. Si por ellos fuera se levantarían a las 12, desayunarían después de jugar dos horas y verían la tele hasta las 7 de la tarde, pero no por ello serían más felices. Los más pequeños necesitan unas rutinas que les den seguridad (y a veces nosotros también).
Según los expertos, los pequeños con rutinas bien establecidas son más seguros, más cooperativos y más responsables. Desde luego, les facilita anticiparse a lo que van a tener que hacer más adelante y es más sencillo pedirles colaboración. Y por supuesto, les resulta menos complicado ser responsables si saben lo que tienen que hacer, porque cada día hay cosas que no cambian.
Cuando llega el verano y ya no tienen que ir al colegio, ni hay tareas que realizar por las tardes, es más complicado ajustarse a unas rutinas, porque nosotros tampoco tenemos ganas de seguirlas, pero es importante establecer las rutinas del verano, tanto para ellos como para nosotros. Nos evitarán comer a las 4 de la tarde o juntar el desayuno con la comida, así que no solo los niños, también nuestro tránsito intestinal nos lo agradecerá.
Desde luego, en esta época tenemos que fijarnos rutinas más relajadas, en las que haya más tiempo para hacer "lo que quieras", pero sin olvidar el momento de la ducha o unos minutos para leer cada día.
Disfruta el verano con tus hijos, pero cuádralos un poco, porque no solo serán menos seguros, responsables y cooperativos, también serán más gruñones, más peleones y más indisciplinados. Cuando las vacaciones van llegando a este momento, todos los padres sabemos que las peleas se hacen más frecuentes y las ganas de hacer cosas útiles menos habituales, así que procura mantener esos momentos de disciplina para que no se te vaya todo de las manos.
El orden y la anticipación son importantes para establecer las rutinas en los más pequeños
De forma general, desde el centro de psicología Monzo, de Majadahonda, explican que es importante seguir un orden en los hábitos del niño y ser constantes en su realización, lo que se permitirá que se agilicen, aunque advierten de que no hay que meter prisa para su realización, aunque sí que es conveniente anticipar las transiciones, lo que las facilita.
Para este centro psicológico, las principales rutinas que deberíamos instaurar son: el horario de sueño y de alimentación, así como instaurar hábitos de lectura aunque sin olvidar las actividades lúdicas que los descarguen. Por supuesto, lavar los dientes y las manos y recoger los juguetes o vestirse solos son fundamentales para su higiene y su autonomía.