A pesar de que casi todos los años ocurre, no se termina de entender que siempre, al inicio del curso escolar, estemos en las mismas. CCOO ha denunciado que alrededor de 50.000 alumnos y alumnas de la Comunidad de Madrid estarán afectados por las obras en sus centros escolares. Según un estudio de la Federación de Enseñanzas del citado sindicado, está perfectamente documentado que hay 73 centros educativos que han llegado a septiembre con las obras sin finalizar. Eso significa que los estudiantes tendrán que convivir durante semanas con las obras y la incomodidad que ello conlleva. Además, los equipos directivos de los colegios ven condicionados sus trabajos de preparación del curso, la estructuración de las clases, la distribución de profesores, etc. Y todo ello hace que se resienta y mucho la calidad educativa.
La capital, Madrid, es la más afectada con 32 centros que abren sus aulas con obras sin terminar. La situación más grave se vive en el CPEE de Vallecas. Pero hay otros municipios que no se libran de las obras.
En el resto de la Comunidad las incidencias también son habituales. En concreto, en la zona norte hay 8 centros afectados; en el este, 19; en el sur, 8; y en el oeste, 7.
En Fuenlabrada, es una situación conocida para los padres y madres de los alumnos del CEIP Yvonne Blake, un centro que la Comunidad decidió construir por fases. Unas fases que nunca cumplieron los plazos prometidos y que ha hecho que haya alumnos que entraron en primero de infantil y que cuando salgan de su etapa de primaria no conocerán el centro acabado por completo. Eso hace que el comedor se tenga que habilitar para montar clases, que no haya clases para desdobles, que se eliminen despachos para hacer de gimnasio...
En Moraleja de Enmedio, la AMPA de su único colegio, el CEIP Santa Teresa, ha denunciado el caos de este comienzo de curso, pero esta vez es por otro motivo. Hace unos meses el Gobierno local decidió cerrar la Casa de Niños que llevaba más de 30 años abierta y basó su decisión en una cuestión económica. Recordemos que el consistorio moralejeño es uno de los más endeudados de España. Como contrapartida, la Comunidad incluyó el colegio en el proyecto por el que se añade al centro educativo la etapa 0-3. Pero claro, hubo que acometer obras que comenzaron antes de que acabase el curso y que tras el verano los padres denuncian que no están terminadas.
Desde CCOO creen que todas estas situaciones ponen de manifiesto la falta de planificación de la Consejería de Educación, y todo apunta a su consejero Emilio Viciana que cada vez está más discutido. El dirigente popular tiene el dudoso honor de haber sufrido cinco huelgas de los trabajadores del sector y ahora tiene que hacer frente al escándalo del fraccionamiento de contratos en la construcción de centros de Formación Profesional. Un asunto que promete traer cola en los próximo meses.
No son solo las obras las únicas cuestiones que afectan a nuestro sistema educativo. La falta de profesores, el debate sobre la jornada partida o intensiva, los precios de los comedores escolares, el precio de los libros de texto, la proliferación de colegios concertados frente a los puramente públicos, los recorridos curriculares... son asuntos que siempre quedan en la carpeta de deberes por hacer. Y luego nos hacemos los sorprendidos cuando vemos los resultados de nuestros chicos y chicas en el informe PISA... pero claro, mejor hablar de Puigdemont o de Venezuela que es lo que da votos.