El 9 de septiembre de 2016 unos alumnos del Colegio Juan Pablo II de Alcorcón se pusieron en contacto con Arcópoli asustados por la carta que acababan de recibir en horario lectivo por parte del director del colegio donde comenzaba hablando de los salvajes atentados de Niza con 84 asesinados y el salvaje asesinato por degollamiento del sacerdote Jacques Hamel y acababa hablando de que la aprobación de la ley LGTB de la Comunidad de Madrid tenía un “inquietante parecido” con el “fanatismo terrorista” del que hablaba al principio.
Desde Arcopoli denunciaron el adoctrinamiento de niñas y niños en clase comparando la formación en igualdad con el “fanatismo terrorista” nos parece que no puede caber en aulas sufragadas con dinero público y por ello solicitamos hace ya más de dos años que les retiraran el concierto, algo que seguimos manteniendo a día de hoy. Aún hoy seguimos sin saber si este colegio cumple con los artículos 30 y 31 de la ley de fomento del respeto y la visibilidad LGTB en los colegios.
El director en su misiva habla de que la ley “prescinde de la verdad natural del hombre”. Nos gustaría que nos lo pudiera explicar al igual que nos parece que “el pensar diferente” nunca da derecho a discriminar a nadie y que nos explique si él piensa diferente sobre si una persona LGTB tiene los mismos derechos que una persona cis-heterosexual. Aún hoy siguen sin querer reunirse con Arcópoli, pese a los intentos que realizamos en su momento y que jamás contestaron.
Afortunadamente la sentencia no trata sobre la aplicación de la ley LGTB y desecha la idea de que sea necesario una cuestión de inconstitucionalidad (la gran derrota de quienes soñaban con poder abolir la ley), sino que valora que es más importante el derecho a discrepar(de forma desabrida o inquietante)sobre la aplicación de la ley, con lo cual estamos de acuerdo, pese a que Arcópoli sí se siente vejada cuando el Director compara de forma brutalmente desabrida nuestra labor que él despectivamente denomina “ideología de género” con “el fanatismo terrorista”.
Desde Arcópoli enviamos un escrito al Director de Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid para que inspeccionara el Colegio ante la durísima carta en la que el Director del Colegio comparaba el fanatismo terrorista con la formación LGTB en los colegios y seguimos manteniendo todo lo que exigíamos hace ahora 2 años.
Lamentablemente esta sentencia ha sido celebrada por los sectores más contrarios a la igualdad LGTB, esos sectores que les gustaría que siguiéramos escondidas en la sociedad, pero la ley exige visibilidad LGTB y no vamos a dar marcha atrás. Esto nos preocupa, ya que envalentona a las plataformas más contrarias a la defensa de nuestra dignidad y esperamos que no dé alas a los discursos de odio, con 237 incidentes de odio en nuestra región solo en lo que vamos de año. La igualdad LGTB no se va a dejar intimidar por cartas como la del Sr. Carlos Martínez, sino que nos espolean a trabajar con más ahínco. Y que recuerden que el mismo juez les ha dicho que no cabe cuestión de inconstitucionalidad, que la ley es plenamente constitucional.
Yago Blando, Coordinador de Arcópoli ha declarado que:” Todo lo que Arcópoli solicitó por escrito a la Dirección General, lo seguimos exigiendo”. Además explica que “esperamos que el Colegio Juan Pablo II cumpla la ley LGTB, pues bien puede criticarla, pero no saltársela y así esperamos que el 28 de junio de 2019 cuelguen la bandera arcoíris en su patio para fomentar el respeto a las personas LGTB. Desde Arcópoli se la regalamos. Y que recuerde que, al igual que damos charlas en más de 100 centros educativos de la Comunidad, estaríamos encantadas de acudir a dar charlas a su alumnado como exige la ley.”