El nuevo bosque de Torrejón de Ardoz está generando polémica entre los vecinos de Alcalá y algunas formaciones políticas. Mientras unos piensan que el Gobierno popular encabezado por Ignacio Vázquez ha sido avispado en la compra de los terrenos de Soto de los Espinillos, otros consideran que el Ayuntamiento complutense no ha hecho nada para cesar esa "invasión" torrejonera, y temen que se avecine otro "pelotazo urbanístico".
En un extenso hilo te Twitter, algunos alcalaínos han mostrado su rechazo a que la ciudad se quede de brazos cruzados mientras Torrejón se expande. "Esos terrenos los tenía que haber comprado Alcalá para impedir cualquier barbaridad. A Torrejón de Ardoz no le importa ser un continuo urbano porque prácticamente son un barrio de Madrid, pero Alcalá no puede quedar engullida", afirman en una publicación, y tildan a la ciudad como "el tonto útil".
Así, una de las principales preocupaciones que se ha puesto sobre la mesa es el futuro real que depara a este bosque. Al parecer, los terrenos están calificados dentro del PGOU como "suelo agrícola", sin embargo, hay sospechas de que pueda haber una recalificación de este terreno para que se convierta en una zona urbanizable.
David Cobo, portavoz de Izquierda Unida, ha sido uno de los que se ha hecho eco de estas posibles intenciones torrejoneras, y ha aseverado que "no teníamos bastante con los pelotazos urbanísticos promovidos desde el Ayuntamiento de Alcalá de Henares, en cuyo Avance de Plan General pretende urbanizar más de 260 hectáreas de suelo protegido en el Norte de la ciudad, que ahora los pelotazos nos van a venir propuestos por Ayuntamientos vecinos". Además, Cobo ha explicado que lo ideal sería mantener la separación natural que existe entre los dos municipios, conformada por Soto de Espinillos y las riberas del Henares y Torote.
Por otro lado, a esta crispación se le une la última entrevista que ha proporcionado Ignacio Vázquez en la Luna del Henares. Un encuentro en el que el alcalde en funciones ha anunciado una de sus nuevas intenciones, hablar con el consistorio alcalaíno para poder ampliar Torrejón en dirección a su ciudad y urbanizar unas 170 hectáreas de los terrenos comprados. Decisión que ha hecho saltar las alarmas, más si cabe.
Ahora, a la espera de que se puedan conformar los gobiernos el 17 de junio, tanto políticos como vecinos de Alcalá sospechan que el nuevo Ejecutivo acabe cediendo a la voluntad del Ayuntamiento torrejonero. Es más, otras formaciones como Más Madrid han aclarado que, en cuanto se configure el Gobierno local "haremos todo lo que esté en nuestra mano, atendiendo a la normativa y a las competencias", y luchando por evitar que se recalifique el suelo en favor de Torrejón.