Alberto Blázquez no deja de sorprendernos. El concejal de Urbanismo se volvió a dormir durante el pleno ordinario de la ciudad. Exhausto, el edil intentó luchar contra la somnolencia justo en el mismo momento en el que la cámara cierra un primer plano en torno a él y su compañera de Gobierno, Diana Díaz del Pozo. ¿Con qué o quién soñará el concejal? Está claro que, por el interés que muestra en estas sesiones, no se desvela por nuestra ciudad.
En esta ocasión, la corporación municipal estaba debatiendo la moción del concejal no adscrito, Miguel Mayoral Moraga, relativa a la elaboración de un calendario de actuaciones en favor de la defensa de los elementos patrimoniales que se encuentran en peligro, y que aparecen reflejados en la lista roja del Patrimonio Complutense.
Tras las intervenciones de Podemos, del Partido Popular y del propio Mayoral, tocó el turno de Ciudadanos de la mano de Teresa Obiol, quien encaró directamente al Partido Popular y pasó la pelota a su compañera de coalición, Diana Díaz del Pozo. El operador de cámara también hizo su trabajo y, en la vorágine de los cambios de plano, enfocó a la concejala sin ser consciente de que ese encuadre marcaría un nuevo hito en Alcalá: ¡Blázquez estaba dormido!... Otra vez. (Vídeo del pleno: 1:51:21)
Los continuos estados de letargo del concejal de Urbanismo inspiran cierta compasión hacia su compañera Diana
Los continuos estados de letargo del concejal de Urbanismo inspiran cierta compasión hacia su compañera Diana, quien, sentada a su derecha, tiene que disimular el ridículo que una imagen así supone para el Equipo de Gobierno. A su vez, este comportamiento pone en duda el verdadero compromiso que tiene Blázquez con Alcalá, pues es en los plenos donde se debate sobre su futuro, y no a puerta cerrada, sino dando la cara frente a todos los alcalaínos.
Esta misma situación se repitió durante el pleno del mes pasado. El edil se embarcó en un sueño profundo del que no despertó hasta que Del Pozo le aludió directamente y, aun así, lo suyo le costó, pues tuvimos que escuchar la lista de títulos que recibe antes de que se percatara del percal que acaba de formar.
No se entiende del todo bien la actitud de nuestro concejal, o los plenos no le interesan lo más mínimo, o está muy seguro de que, como volverán gobernar tras las elecciones de mayo, ya se encargarán de toda la "faena" más adelante. Sin embargo, por una cosa o por otra, Blázquez vuelve a dar una imagen un tanto negativa hacia los alcalaínos, esas personas por las que se vela (o debería).