La crisis sanitaria, el confinamiento y, como consecuencia, la falta de trabajo e ingresos son algunas de las consecuencias que han llevado a muchas familias a una situación límite. Ya antes de la pandemia la integración de muchas de estas familias era débil, ya que las situaciones de pobreza y exclusión social eran evidentes, unas situaciones que se han agravado en estos meses.
El pasado 15 de mayo se celebró el Día Internacional de las Familias, un motivo por el que los equipos diocesanos y parroquiales de Cáritas de toda España quisieron hacer eco de este problema actual. Es cierto que el Gobierno proporciona y garantiza importantes recursos de apoyo, pero muchas veces no sirven para cubrir todas las necesidades de las familias más vulnerables.
Por este motivo, Cáritas Europa ha realizado una petición a la UE para dar prioridad a la creación de la Garantía Infantil. Se trata de una medida orientada a reducir la mitad de la pobreza infantil y familiar para 2030, por lo que debe ser dotada con los fondos correspondientes de la Unión 2021-2027, además de ser incluido en una Estrategia Europa 2030 integral, social y sostenible.
El Gobierno proporciona y garantiza importantes recursos de apoyo, pero muchas veces no sirven para cubrir todas las necesidades.
Mencionar que la red de seguridad con la que contaban algunas de las familias afectadas por la crisis de 2008 se ha ido debilitando en los últimos años, por lo que el impacto provocado por la crisis sanitaria ha sido aún mayor. Es por esto que se teme la situación de estas familias tras haber sufrido dos crisis de gran índole.
Cáritas también quiere advertir sobre la importancia y la gravedad que supone el desequilibrio psicosocial y emocional que pueden estar viviendo en estos hogares. El VIII Informe FOESSA señala que el 21% de los hogares con menores a cargo se encuentra en una situación de exclusión social, 16% en el caso de los hogares sin menores, 28% si se trata de una familia monoparental y se eleva al 33% si es una familia numerosa.
RESPUESTAS DE CÁRITAS
Cáritas está respondiendo a estos vacíos de las políticas públicas y familiares, aportando apoyo, escucha y cercanía a todas ellas a través de un abanico de recursos:
- Derechos fundamentales, como el acceso a una vivienda digna y a sus suministros domésticos.
- Garantizar una alimentación sana y equilibrada dentro de un modelo de ayuda dignificada.
- Ofrecer vías formativas y de orientación laboral para acceder a un empleo digno.
- Acompañamiento familiar en tiempo de confinamiento, como es el soporte educativo de hijos en edad escolar, actividades de ocio alternativo y pedagógico.
- Programas de apoyo psicológico y contención emocional.
- Creación de vínculos grupales, donde se integran y conviven familias de diferentes procedencias, culturas y cultos, que sirvan para generar comunidades de mutuo apoyo y cuidados.