Comienza la demolición del edificio de Casa Blanca de Alcalá, una estructura singular en la cuidad, y pesar de las numerosas denuncias vecinales instando al Ayuntamiento de la ciudad a proteger esta infraestructura e incluirla dentro del patrimonio cultural.
Hace apenas unas semanas, el consistorio complutense envió un comunicado explicando que, desde el Equipo de Gobierno no podían impedir la destrucción del edificio, y aprobaron conceder la licencia de obras solicitada por PREMIER ESPAÑA. Además, recordaron que ninguna de las edificaciones que iban a ceder estaban protegidas o catalogadas dentro del patrimonio histórico de la ciudad.
La Asociación de Vecinos El Val fue una de las primeras agrupaciones alcalaínas que mostró su rechazo hacia la decisión tomada por el Ayuntamiento. Desde la plataforma consideraban que esta finca se llenaría de viviendas y consideraban que sí se debería proteger "lo que tiene un sello de identidad, independientemente de cómo esté catalogado. Por eso exigimos al Ayuntamiento (y a las entidades que puedan ser competentes) que jueguen todas las cartas que tengan a su alcance para evitar este nuevo atentado al patrimonio y a la cultura e historia de Alcalá".
¿Esta es la ciudad que todos los años se gasta un dineral en la celebración del aniversario de su nombramiento como Cuidad Patrimonio Mundial por la UNESCO?
En esta línea, la Asociación lanzaba una pregunta al consistorio: "¿Esta es la ciudad que todos los años se gasta un dineral en la celebración del aniversario de su nombramiento como Cuidad Patrimonio Mundial por la UNESCO? Pues ya vemos lo que hacen con ese patrimonio". Además, nuestros vecinos aseveran que en Alcalá el patrimonio no se cuida, ni el monumental ni el natural, y sacan a colación otros ejemplos de infraestructuras históricas que, a su juicio, han sido abandonadas por el consistorio como los molinos de las islas de la Esgaravita, del Colegio, de los García y de las Armas.
"Está muy bien, y es necesario, reponer las baldosas rotas de las calles y plazas, pero, por favor, háganlo con un presupuesto aparte: los tres millones de euros que recibieron de Patrimonio deben ser para proteger ese patrimonio", mantiene la agrupación, y añaden que "recordemos que esta Asociación en su día pidió públicamente que Alcalá de Henares fuera Patrimonio Mundial, y últimamente ha sugerido que ese título se le retire, pues no lo merece, como lo han hecho con el puerto de Liverpool, el valle del Elba en Dresde y el Santuario del Oryx, en Omán", finalizaba la plataforma.
A estas afirmaciones se unía el grupo municipal de Izquierda Unida, formación que acusaba al Ayuntamiento de otras actuaciones como la demolición parcial del Colegio Menor de San Isidoro, conocido como la Fábrica Hielo Gallo, ubicado en la calle Nebrija, y que data del S.XVI. Así mismo, consideraban que la destrucción de Casa Blanca era algo injustificable a pesar de los argumentos que en su día había arrojado el Gobierno municipal.
En este sentido, la agrupación afirmaba que “una ciudad como Alcalá de Henares, Patrimonio de la Humanidad, no puede permitirse perder patrimonio histórico devorado por el afán de lucro urbanístico".