Jose María García Núñez
@artal92
Este mes de agosto, es siempre mágico en nuestra ciudad. Por un lado, el calor veraniego nos recuerda a los complutenses la cercanía de las ferias de nuestra ciudad. Por otro, agosto supone también la celebración de la fiesta de San Justo y Pastor -día 6 de agosto-, niños mártires de un cristianismo primigenio que luchaba por abrirse camino en una sociedad hispanorromana pagana.
¿Qué sabemos de los “Santos Niños”?
El primer dato biográfico que tenemos de ambos, es el lugar de nacimiento. Ambos, nacen en Tielmes (Madrid) y en algún momento de sus vidas, se trasladan a Complutum (Alcalá de Henares). A partir de aquí, poco más sabemos de ellos. Podemos aseverar que se trataba de dos niños de 7 y 9 años respectivamente, con una gran creencia en la fe cristiana, la cual en el año 304, que es cuando acontecen los hechos, se haya sometida a una gran persecución por parte del emperador Diocleciano.
Esta caza de cristianos por parte de las autoridades imperiales, es considerada por muchos historiadores como la mayor y postrer persecución llevada a cabo por Roma, con el objetivo de acabar de una vez por todas, con los grupos cristianos que cada vez eran más poderosos.
El objetivo de estas persecuciones no consistía solamente en acabar físicamente, con los enemigos de la religión oficial del estado. También tenían un cariz ejemplificador. Pretendían servir de escarmiento al resto de cristianos o de ciudadanos que sintiesen curiosidad por descubrir esa nueva religión. Sin embargo, lo único que consiguieron fue crear mártires. Uno de esos ejemplos nos toca de cerca. Es el caso de Justo y Pastor. Víctimas que serían adoradas como ejemplos de vida cristianos, convirtiéndose, de esta forma, en un modelo a imitar.
El 6 de agosto se celebra en nuestra localidad la fiesta de San Justo y Pastor: los Santos Niños
El Martirio de Justo y Pastor
Justo y Pastor, eran dos jóvenes escolares que vivían en Complutum en torno al año 304 d.C. Según cuenta la tradición, Daciano, el prefecto romano de la ciudad, siguiendo las órdenes del emperador Diocleciano, tenía a todos aquellos sospechosos de ser cristianos, sometidos bajo un puño de hierro. Públicamente, se les obligaba a retractarse de su fe cristiana bajo pena de muerte, en caso de no hacerlo.
Es bajo estas terribles circunstancias, cuando los dos niños deciden presentarse bajo su propia decisión, ante Daciano. Este en un principio, no les toma en serio. Sin embargo, ante la insistencia y determinación de los muchachos, y con el miedo de que pueda servir de ejemplo ante el resto de cristianos, decide obligarlos a retractarse de su fe. Ante la negativa de estos, Daciano toma la decisión de degollarles públicamente.
Consecuencias del martirio
Inmediatamente, los niños Justo y Pastor son considerados unos mártires del cristianismo. Tras su muerte, se levanta una capilla en la cual poder venerar sus restos. Con el tiempo, esta dará lugar a la homónima catedral de la ciudad.
A día de hoy, son considerados patrones de Alcalá de Henares, Pontevedra, Tielmes, Fustiñana y Navalmanzano. Su tremendo sacrificio y su fe hasta las últimas consecuencias han servido de ejemplo a los cristianos a lo largo de los siglos, cuya historia se transmitiría de forma oral tras su muerte.
Por ello, agosto tal y como decíamos debe servir también como un mes de recuerdo y homenaje, a los patrones de nuestra ciudad, San Justo y Pastor.