Monica Silvana Gonzalez, militante socialista de Alcalá de Hres., diputada regional y Secretaria Movimientos Sociales CEF PSOE, ha querido manifestar lo siguiente en relación a las elecciones andaluzas.
Los vecinos/as de Alcala de Henares tenemos experiencia en la evolución del voto ultra, vinculado a posicionamientos racistas, xenófobos y excluyentes a quienes no respondan a un modelo determinado, por su origen, su etnia, su cultura, su credo, orientación sexual o de género. Pero a siete años de experiencia donde el fantasma de los populismos ultras recorre Europa, en Alcalá lo hemos vivido en nuestras propias carnes con la entrada en el Ayuntamiento tras las elecciones municipales de 2011 de un partido de corte ultra. Tras este avance municipal en 82 municipios españoles alguien pensaba que no llegaría a nivel regional y avanzar hasta plantarse en el mismo Congreso de los Diputados de España?.
Los socialistas, que hemos alertado de este problema desde primer momento, hemos sido capaces de construir un débil pero útil cordón sanitario junto a otras formaciones políticas para defender los valores integradores, cosmopolitas y plurales dignos de una ciudad histórica enriquecida y crecida al cobijo de tres culturas. Crecida no solo en el censo del padrón municipal durante estos 20 años (censo de 1998 alrededor de 168.000 habitantes y casi nula presencia de inmigrantes solo de otras comunidades autónomas, censo de 2018 aproximadamente 204.000 habitantes con casi un 20 % de población inmigrada). Al integrar el prestigioso grupo de Ciudad Patrimonio de la Humanidad, no sólo adquirimos prestigio capitalizado y medido a través de indicadores económicos, sino también debemos regirnos por los valores fundacionales de la UNESCO y de la propia Unión Europea. Este acuerdo de bloquear el avance de postulados xenófobos y excluyentes que algunos entendían estéril, pero que a 7 años vista no resulta haber estado tan equivocado.
En la actualidad, en más aun estos últimos meses entre todos hemos permitido en menor o mayor medida el avance de partidos como VOX o España 2000, pero quizás alguna responsabilidad, también han tenido los medios de comunicación. Puestos a pensar otros partidos que crecen en como PACMA (partido animalista) que no han tenido ni mínima difusión mediática, en cambio hemos desayunado, almorzado y cenado con los candidatos de esta formación sin escrúpulos dispuestos a derogar algunos acuerdos importantes de nuestra sociedad tales como la Ley de Violencia de Genero, La ley de Memoria Histórica o la Ley de Igualdad de Trato LGTBI. A quién beneficia el avance de VOX en España, a quien beneficia el avance de VOX en Alcalá? Esta falta de cobertura a partidos de tinte ecologista o animalistas porque no tienen apoyos seguramente porque no generan negocios.
Pero no se trata de condenar a quienes hayan elegido esas formaciones, ni muchos menos, se trata de trabajar en esos barrios con mayores necesidades de políticas sociales para evitar la radicalización
No es descabellado pensar, aunque suene alarmista que anoche tras ver los resultados de que el 11 % de la ciudadanía andaluza haya elegido legalizar y normalizar la ultra derecha en España, estábamos regresando al años 30 del siglo pasado. Y que los logros alcanzados con dolor, sangre y muchos esfuerzos estaban amenazados. Logros que no hablan de partidos políticos sino de convivencia, de buen trato, de nuevos derechos, de políticas igualitarias, en definitiva de constitucionalismo.
Lo que está en juego tras los resultados de las elecciones andaluzas en la legalización y normalización de ciertos postulados que pensábamos superados, y que con las luces y sombras de la transición habíamos superado.
Aunque pensemos que el tsunami ultra en Europa es irrevocable, en otras democracias europeas se está generando un cordón sanitario a la extrema derecha. Por ejemplo, en Suecia, llevan más de dos meses sin gobierno porque los partidos de derechas y liberales no quieren pactar con la extrema derecha. Y es que los xenófobos demócratas Suecos (DS), en Suecia, como en Andalucía, no han sido los más apoyados. Aún así, el partido socialdemócrata, el que cuenta con más apoyo, con el 28,4% de los votos, ha tenido que recibir un apoyo amargo: ganan pero no podrán gobernar por no contar con el mayor apoyo.
Este mensaje acaparador y simple de buscar el problema en la inmigración o de la mala gestión europea del llamado fenómeno migratorio, podría ser el plus agregado en provincias como Almería, que en otras épocas ya vivimos acontecimientos dramáticos como en el Ejido.
Lo que está en juego a partir de este finde semana es romper Europa, es romper el orden de convivencia entre los partidos constitucionalistas y con respeto de los derechos humanos. Quizás algunos progresistas de izquierda, tentados por dividir a la derecha y tal vez sin intención ofrecen en muchos casos poner una cuña para dividir a la derecha, pero esa estrategia está claro no funciona y los únicos perjudicados fueron son y serán los ciudadanos de esas comunidades.
Por ello creo que la visión a corto plazo, el lograr un gobierno, mal llamado de cambio, cuando el precio a pagar es romper con los valores fundamentales en que hemos construido la Unión Europea, que tanto porvenir trajo a España no debería estar en el pensamiento estratégico de una formación política con valores de igualdad.
En España estámos a tiempo de frenar este avance, que según vemos en Alcalá empezó hace años, pero no valen enfrentamientos estériles ni valen comportamientos condescendientes. Una epidemia debe combatirse con el aislamiento y el trabajo diario en esos sectores de la población que con discursos simples y sin evaluar las consecuencias caen en dichos elecciones.
Pero no se trata de condenar a quienes hayan elegido esas formaciones, ni muchos menos, se trata de trabajar en esos barrios con mayores necesidades de políticas sociales para evitar la radicalización. Si se segrega en distintos barrios, si no se invierte en sensibilización local, si no se explica el fenómeno migratorio, etc. etc. quizás el derecho llegará demasiado tarde pero sin perder cual es el objetivo, en Madrid como siempre estamos a tiempo de prevenir que no de curar.