La Diócesis de Alcalá ha recuperado un fragmento del sepulcro de Alonso Carrillo de Acuña, Arzobispo de Toledo, datado del siglo XV. Esto ha sido posible gracias a la colaboración ciudadana y la coordinación entre el Obispado de Alcalá, el Ministerio de Cultura y Deporte, la Fundación Montemadrid y la Guardia Civil.
El 22 de febrero de 2017 se emitió en la 2 de Televisión Española el programa "Guardianes del Patrimonio", en el que se retransmitió la operación "Templanza" llevada a cabo por la Guardia Civil en la que recuperaron dos relieves que forman parte del sepulcro "La Templanza" y "La Prudencia", atribuidos al Maestro Sebastián de Toledo. Gracias a este programa, un ciudadano identificó el torreón de alabastro como un fragmento de la sepultura del Arzobispo de Toledo y se puso en contacto con la sección de Patrimonio Histórico de la UCO de la Guardia Civil.
La pieza se encontraba en un finca al sur de Madrid gestionada por la fundación Montemadrid. Este centenario torreón de Alabastro llevaba más de 40 años encastrado en la esquina de una de las paredes de mampostería de la casa. Afortunadamente la pieza se encuentra en buen estado de conservación y pudo ser extraída para volver a ser colocada en su lugar, concretamente en la esquina izquierda de la cabecera del sepulcro. Los motivos vegetales y la epigrafía de tracería y letras góticas, que forman parte de una inscripción que recorre toda la banda superior de la tumba confirman su autenticidad.
El sepulcro de Alonso Carrillo de Acuña fue realizado entre 1482 y 1489 para la iglesia del Convento de Santa María de Jesús en Alcalá de Henares, y después en el siglo XIX fue trasladado a la Catedral Magistral, donde en 1936 quedó destrozado en los primeros días de la Guerra Civil. Acaban de cumplirse 84 años de la destrucción parcial del sepulcro, sin embargo, cómo llegó hasta esa finca del sur de Madrid este torreón de Alabastro sigue siendo un misterio.
Alonso Carrillo de Acuña, Arzobispo de Toledo fue uno de los personajes más influyentes de la política castellana del siglo XV. Era hijo de Lope Vázquez de Acuña y de Teresa Carrillo de Albornoz ambos nobles destacados. Alonso inició la carrera eclesiástica muy joven y a os 24 años ya formaba parte del Consejo Real de Juan II de Castilla.
Fue Obispo de Sigüenza, antes de residir en el Palacio Arzobispal de Alcalá de Henares como Arzobispo de Toledo, el puesto mas alto de la jerarquía eclesiástica castellana. Alonso Carillo desempeñó un papel prominente en sucesos de gran calado histórico como el ajusticiamiento del condestable de Castilla Álvaro de Luna. Durante la Guerra de Sucesión Castellana (1475-1479) inicialmente apoyó a Isabel frente al bando portugués, aunque posteriormente se volvió hacia Juana la Beltraneja y ocupó su puesto como Arzobispo de Toledo uno de sus enemigos el cardenal Pedro de Mendoza. Alonso Carrillo de Acuña murió semipreso en el Palacio arzobispal de Alcalá de Henares el 1 de julio de 1482.