El Obispo de Alcalá parece no rendirse ante las diferentes acusaciones que se le hacen, y sigue protagonizando varios escándalos que copan los titulares. Esta vez, Don Juan Antonio Reig Pla, en su carta pastoral que puede encontrar pulsando aquí, ha hecho un repaso de varias leyes que se han ido aprobando, sobre todo la más reciente, la ley de la eutanasia, y ha arremetido contra los miembros del Gobierno de España, asegurando que la nación se ha convertido en un "campo de exterminio".
Sin embargo, no es de extrañar como varios miembros políticos han optado por tergiversar sus palabras antes que entablar un diálogo basado en la comprensión y análisis del escrito. Así, el PSOE de Alcalá ha declarado abiertamente su rechazo a las declaraciones del Obispo, y le ha pedido que se disculpe, añadiendo que "convivir en democracia significa aceptar al diferente, respetar las posiciones políticas y las creencias de los ciudadanos y ciudadanas de este país. Así mismo, significa respetar también a los responsables políticos que han sido elegidos desde la libertad que nos otorga un sistema democrático".
¿Acaso Don Juan Antonio no es un ciudadano de este país que está expresando una opinión, no es un español que, gracias al derecho de libertad de expresión está mostrando su posición ante lo que considera unas leyes injustas? Además, si uno lee detenidamente el escrito, puede observar que en ningún momento falta al respeto, ¿o acaso no estamos hartos de quejarnos de cómo aquellos que ostentan el poder se olvidan de los ciudadanos? "Lo he dicho en varias ocasiones. Esta es la hora en la que vuelven los “bárbaros” que, embriagados de poder, no saben sostener la casa común, el hogar familiar que ha significado y significa España", afirma el Obispo. ¿De verdad nos vamos a escandalizar ante estas palabras cuando en el Congreso se profieren insultos peores?
Por otra lado, el prelado hace alusión a la Iglesia católica, un sector muy atacado por la sociedad, "son tiempos en los que la Iglesia católica no puede mirar hacia otra parte. Son los tiempos de una “nueva evangelización” como nos piden los últimos Pontífices. Lo que está en juego es el bien de las personas y el bien de nuestro pueblo. Es necesario movilizar las conciencias de los católicos y de los hombres de buena voluntad para lograr una gran estrategia a favor de la vida humana", si tanto se defiende nuestra Constitución, ¿no es acaso un derecho de los ciudadanos la libertad de culto?.
Si bien es cierto que las palabras de Don Juan Antonio Reig Pla son duras y arremeten contra lo que él considera un delito contra la vida humana, "las fuerzas laicistas unidas a las fuerzas políticas partidarias de la relativización cultural, moral y religiosa de nuestro pueblo, han conseguido, - con la aprobación de leyes que permiten destruir la vida por nacer, tanto en el seno materno como en los laboratorios, y ahora con la aprobación de la Ley de la eutanasia, - convertir a España en un “campo de exterminio”, en todo momento se está acogiendo a un derecho fundamental, el de la libertad de expresión, uno de los derechos que más se intentan defender en la actualidad, pero que más se ataca cuando las opiniones no casan con lo que queremos.
Hoy en día, ir en contra de estas nuevas leyes supone ser un "retrógrada, facha, antisistema"... Una gran variedad de calificativos despectivos por parte de las fuerzas que las aprueban y de aquellos que les apoyan. Y aquí cabe otra pregunta, ¿dónde quedó el respeto y la tolerancia?, o es que ¿aún no sabemos lo que significan ambas palabras?. Aquí se insulta a todo el mundo gracias al respaldo social, pero cuando es a la inversa piden que se retracten, y públicamente. A esto se le llama "coherencia".