El pasado 18 de febrero amartizaba en el cráter Jezero el rover ‘Perseverance’ de la NASA tras seis meses de viaje. Lanzada el pasado mes de julio desde Cabo Cañaveral (Florida), la misión MARS 2020 buscará en Marte indicios de vida microbiana pasada. Ahora mismo ya ha realizado los movimientos inicales y está enviando los primeros datos, así como fotografías de alta definición.
‘Perseverance’ está equipado con siete instrumentos diferentes especialmente diseñados para llevar a cabo experimentos científicos sin precedentes en el suelo del planeta rojo. Uno de ellos, el instrumento MEDA, cuenta con la participación de la Universidad de Alcalá, entre otras instituciones y empresas de la industria aeroespacial, a través del profesor Miguel Ramos, catedrático de Física Aplicada de la UAH y coinvestigador del proyecto.
El sensor TIRS
La aportación de la UAH es el sensor TIRS (Thermal Infrared Sensor), que está diseñado para medir la radiación neta (el balance de radiación de onda corta y onda larga), la temperatura en la superficie del suelo y del aire en Marte, la humedad relativa de la atmosfera y delimitar las variaciones de presión sobre la superficie de Marte. Y también el sensor MEDA, es una estación meteorológica diseñada y construida íntegramente en España, un proyecto liderado desde el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), para buscar signos de vida pasados, así como la extracción de muestras de rocas y suelo marciano para su posible posterior transporte, en el marco de otra misión, a nuestro planeta. Todos sus elementos han llegado de forma satisfactoria a Marte y ya está enviando los primeros datos de calibración para comenzar las misiones de medida en los próximos días. Una vez en la Tierra, los científicos analizarán las muestras para valorar la posibilidad de establecer un asentamiento permanente en el planeta rojo.
Es una versión mejorada y ampliada del que actualmente está tomando medidas a bordo del rover ‘Curiosity’, que llegó a la superficie de Marte en 2012 y desde entonces sigue realizando labores de investigación planetaria. Allí, realizará medidas meteorológicas, incluyendo radiación, velocidad y dirección del viento, temperatura y humedad, para dar una estimación de la cantidad y tamaño de las partículas de polvo en la atmósfera de Marte.