En el año 2017 Beatriz López Doncel fue detenida al ser acusada de inducir a la muerte a una paciente de 86 años inyectándole aire en las venas. No tardó en demostrarse otro caso de igual procedimiento con una anciana de 92 años. Desde el 5 de agosto de ese año, la sospechosa está en prisión provisional a la espera de la vista oral, la cual se celebrará con jurado popular y que está prevista para los días 18, 19, 20 y 21 de junio, según ha publicado ABC.
El abogado de la acusación popular, ejercida por la Asociación del Defensor del Paciente (Adepa), solicitará la prisión permanente revisable para esta auxiliar de enfermería en su escrito de calificaciones provisionales. Para ello se ha basado en el artículo 140.1.1ª del Código Penal, que establece este tipo de prisión tanto para menores de 16 años como para personas en situación vulnerable. Por otro lado, desde la acusación popular también han incidido en la posible tentativa de homicidio continuado si no hubiera sido descubierta. Por su parte, la defensa de la acusada defendió la inocencia de los cargos que se le imputan.
Grabaciones: una de las principales pruebas
Desde el Ministerio Público se solicita un total de 40 años de prisión, cumpliendo veinte por cada supuesto homicidio, y la privación de poder ejercer como auxiliar durante diez años. En cuanto a la defensa de la acusada, recurrirá a las grabaciones realizadas por Beatriz López Doncel y constituyen una de las principales pruebas. Para ello están a la espera de que se resuelva el recurso de apelación antes de celebrarse el juicio que, por otra parte, debía realizarse antes del 28 de julio para que no expiara la medida cautelar de privación de libertad.
La auxiliar acusada estaba siendo vigilada desde el año 2015
Bajo sospecha
La auxiliar acusada estaba siendo vigilada desde el año 2015, tras el presunto primer homicidio de una anciana de 92 años, que recibía el alta al día siguiente. Según señala la acusación popular, aprovecharía la ausencia de familiares para inyectar una cantidad de aire mediante una inyección, lo que produciría una embolia gaseosa pulmonar masiva a la víctima. Otros dos episodios similares fueron detectados por los médicos, levantando aún más las sospechas. Además, la Policía Nacional trabaja con cinco historias clínicas de pacientes fallecidos que fueron atendidos por esta auxiliar en el Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares.
Debido a estos casos, se instalaron un sistema oculto de videovigilancia, con autorización del Juzgado nº4, probándose el caso de la anciana de 86 años, cuyo presunto asesinato cometió el 2 de agosto. Las imágenes demostraban que fuer la última persona en entrar a la habitación.
Los informes sobre su estado mental no revelan ninguna patología en su personalidad o trastorno clínico, aunque sí unos rasgos de psicopatía, como la falta de empatía.