La expresión original es "no hay dos sin tres", aunque aplicándolo al buen momento que atraviesa la RSD Alcalá sería "no hay cuatro sin cinco". Ayer en Boetticher, el equipo alcanzó una cifra muy importante de victorias después de derrotar al SAD Villaverde por la mínima. Izan, tocado por una varita mágica, fue nuevamente el encargado de traducir en alegrías nuestra superioridad. El '8' culminó una jugada fantástica nada más arrancar el me encuentro para marcar el primer y único gol de la noche.
Ni la hora ni el frío de Madrid impidió que nuestra afición nos acompañase en una nueva aventura lejos de El Val. Con su apoyo desde la grada, la RSD Alcalá firmó un inicio fulgurante. En medio de una tormenta de intensidad y de mucho descontrol, Dani Ponce dejó una pequeña muestra de lo que iba a ser su partido, todo un clinic de cómo sostener al equipo con su juego de espaldas. Una de sus primeras acciones dio paso al 0-1.
Su descarga hacia atrás desde el costado derecho habilitó a Huelves, que centró raso al área en busca de un rematador. Garci, que paseaba por las inmediaciones del área, tocó el esférico de tacón con la esperanza de encontrar a Izan. Y lo logró. Nuestro pichichi recogió su asistencia y marcó a placer después de superar al portero rival. Se repetía la historia de semanas atrás. Ventaja tempranera y casi 90' por delante para sellar el triunfo.
Con el paso de los minutos, el Villaverde fue a menos
A raíz del gol, el partido entró en un clima de pocos amigos. Se sucedieron las faltas sobre el verde y las protestas en ambos banquillos. Durante alrededor de veinte minutos, ninguno consiguió generar peligro real en campo contrario. Solo a través de acciones a balón parado fueron capaces los nuestros de amenazar la portería de Josete. Izan estuvo a punto de marcar un golazo espectacular de falta, pero el arquero desvió el balón a córner. A continuación, Garci se quedó a las puertas de celebrar el 0-2 gracias a un buen centro de Malote.
Antes de llegar al descanso, Aarón también tuvo que entrar en acción para repeler el disparo a media vuelta de Maqueda, el más activo del Villaverde en el primer tiempo. De una forma muy parecida intentó Dani Ponce ampliar nuestra ventaja, aunque sus dos intentos se marcharon por encima del travesaño y no representaron peligro alguno para los locales.
En el primer cuarto de hora de la segunda mitad, los de Paco Senda se volcaron en busca de la igualada, pero se toparon con un Aarón muy firme bajo palos. En el lado puesto, Dani Ponce resistió los golpes de los defensores y le dio mucho aire al equipo que, lejos de empequeñecerse, se vino arriba gracias al empuje de hombres como Santi, que debutaba, Huelves, Chato o Pablillo. El '6' controló el juego aéreo a su antojo y le facilitó mucho el trabajo a los centrales, mientras que el lateral y el extremo estuvieron especialmente bien en fase defensiva.
Con el paso de los minutos, el Villaverde fue a menos, y a punto estuvo de aprovecharlo la RSD Alcalá. Primero con una peinada de Ponce que no logró cazar Luis Enrique en el segundo palo, y después con un tiro raso de Pablillo que se envenenó y casi se cuela junto al poste. Inmediata fue la respuesta del cuadro local, que probó fortuna con disparos lejanos que no encontraron portería. Pese a la insistencia del 'Botti', la más clara fue sin duda la ocasión marrada por Hervías. El atacante, que ingresó en el tramo final del encuentro para buscar el gol de la sentencia, envió por encima del larguero una asistencia perfecta de Huelves, quien recorrió 30 metros por la banda derecha hasta pisar línea de fondo y poner el pase de la muerte.
El pitido del árbitro puso punto y final al sufrimiento en el banquillo y en la grada, que celebró con los jugadores una nueva victoria que da fuerzas a los nuestros para afrontar el partido del próximo domingo ante la AD Torrejón en El Val.