A pocos días de cumplir los 172 años de la Sociedad de Condueños de los Edificios que fueron de la Universidad, la asociación ha sido distinguida con el título de Hija Predilecta de la Ciudad, reconocimiento que se suele conceder a personas físicas y que, como entidad, solo ostenta la Universidad de Alcalá.
El presidente de los Condueños, José Félix Huerta ha señalado que el reconocimiento hace sentirse a la Sociedad "agradecidos, satisfechos y orgullosos". Huerta ha recordado que la Sociedad de Condueños surgió como un "movimiento ciudadano con la participación de toda la sociedad complutense" para salvar nuestra universidad, "una de las principales glorias de España", y ha recordado las palabras de Román Goicoroetea cuando declaró que "los vecinos de Alcalá dando un ejemplo rarísimo tuvieron el noble desprendimiento de rescatar a sus expensas ese edificio que había sido enajenado a una persona que no debemos nombrar que había empezado a destruirla".
La historia de este movimiento ciudadano se remonta al el 23 de octubre de 1850 y en su génesis intervinieron "Ios vecinos, el Ayuntamiento, el Ejército, el Clero y los catedráticos, tanto liberales como conservadores, que sin estar presentes lo propiciaron", como ha recordado el José Félix Huerta.
En los difíciles inicios de la asociación, Huerta ha señalado que "ahora todos estamos de acuerdo en la obligación con la conservación del Patrimonio, pero no siempre fue así, la Sociedad de Condueños tuvo que superar una larga travesía del desierto afrontando todo tipo de dificultades hasta que la fachada y la primera crujía del Patio de Santo Tomás fueron declaradas Monumento Nacional en 1914". Tuvieron que pasar casi 70 años para que la Universidad recibiera una ayuda y mientras tanto siguió manteniendo la manzana con pocos recursos y mucha implicación. Y es que "siempre la Sociedad de Condueños ha cultivado la generosidad con los edificios, no con recursos que siempre fueron escasos, con el mantenimiento de la enseñanza. Virtudes completamente cisnerianas", como ha señalado su presidente.
En 1975 se culminaban los anhelos de la Sociedad cuando por fin volvía el rectorado a su sede original. José Félix Huerta ha recordado que "durante años teníamos el sentimiento de que no se reconocía la cesión del uso de lo mejor de nuestros edificios en los años 40, sin duda la página más generosa de la larga historia de esta ciudad". "Me consta - ha explicado el presidente - que hubo incluso alguna intención de absorberla y que desaparecieran olvidando lo importante que puede llegar a ser la aportación de la Sociedad Civil, más en un país como el nuestro que todo el mundo está contantemente reclamando la ayuda de lo público".
"Hoy ya no es así - ha asegurado Huerta - y nos sentimos queridos y valorados tanto por la Universidad que no cesa de darnos muestras, como por el Ayuntamiento, el galardón de hoy nos abruma, igualmente en el obispado y en nuestra queridísima Brigada Paracaidista".
La Sociedad de Condueños intenta "seguir con el camino que nos marcaron nuestros antepasados, premiando las mejores tesis doctorales de la Universidad, convocando los premios de Historia de la ciudad para los escolares en colaboración con el Ayuntamiento, y otorgando las becas para los paracaidistas que quieren seguir estudiando en colaboración con la BRIPAC y en el obispado igualmente con los seminaristas", como ha explicado su presidente. Al mismo tiempo, recupera el patrimonio mueble, añadiendo fondos a su biblioteca y a la sala histórica que ya empiezan a tener "cierta relevancia".
"Este galardón lo mostraremos con orgullo, satisfacción y agradecimiento junto con las medallas de oro de la Universidad de Alcalá y el Ayuntamiento, con la medalla de AEDHE y la boina negra de la Brigada Paracaidista", ha concluido José Félix Huerta.
Hubo incluso alguna intención de absorberla y que desaparecieran olvidando lo importante que puede llegar a ser la aportación de la Sociedad Civil, más en un país como el nuestro que todo el mundo está contantemente reclamando la ayuda de lo público