Además, el presidente de ACOEN explica que muchos de estos locales, que cesaron su actividad en marzo, durante la cuarentena tenían los mismos gastos que cuando estaban en pleno rendimiento, “por ejemplo, con el tema de los alquileres, ha habido casos en los que se han podido renegociar los contratos de locales, pero ha habido muchos negocios que han tenido que pagar el mismo alquiler estando cerrados, sin actividad ni ingresos. En cuanto a impuestos, se pospuso el pago de algunos, pero la tasa de basura del periodo que hemos estado cerrados la hemos tenido que abonar, aunque obviamente no se hayan generado basuras”. A esta situación se le sumó los numerosos ERTEs que se llevaron a cabo y que permitieron a muchas empresas poder hacer frente a esos pagos.

Comercios abocados al cierre, un nuevo estilo de vida y muchas medidas de seguridad marcaron el inicio de lo que parecía un periodo de normalidad y adaptación, hasta que llegó la tercera ola pandémica, en la que nos encontramos actualmente. De nuevo, los comercios se ven inmersos en una situación de frustración e incertidumbre, "el comercio local está hecho de pequeños negocios, negocios familiares, no somos grandes empresas y no tenemos los recursos ni la capacidad para aguantar la drástica reducción que muchas de nuestras actividades están teniendo entre el confinamiento y las restricciones (de movilidad, de aforo, medidas adicionales de higiene, horarios…). Está siendo complicado y lo peor es que no vemos un horizonte claro", explica Ricardo Palomino.

Muchas iniciativas, pero pocos resultados

Sin embargo, tanto a nivel regional como nacional se han lanzado varios programas de ayudas al comercio, pero parece ser que estas iniciativas no han tenido muy buenos resultados, "es verdad y es importante el hecho de que haya habido ayudas y que se hayan lanzado programas específicos para el pequeño comercio y los autónomos. Pero la realidad es que muchos programas no han estado bien dimensionados y el presupuesto se ha agotado en seguida, con lo cual muchísimos comercios se han quedado fuera.  Otras ayudas aún no se han confirmado, o ha habido una resolución positiva pero no se han ingresado, algunas desde junio …", confiesa el presidente de ACOEN.

Con todo ello, desde ACOEN han hecho un llamamiento a los vecinos de Alcalá pidiéndoles que confíen en las capacidades y en la calidad de los servicios de los comercios locales, en definitiva, que apuesten por ellos. También consideran que, para que esta situación pueda mejorar, "lo primero y fundamental es que - las administraciones- entiendan cuál es la situación, los tiempos y las necesidades del comercio de barrio", y afirman que "nosotros desde la Asociación estamos siempre dispuestos a reunirnos con los grupos municipales y tratamos de mantenerles informados de la situación, pero eso no es suficiente, es necesario que las administraciones sean mucho más proactivas y eficientes. Necesitamos una mesa de comercio real, con personas que conozcan la realidad de tener un negocio".