La profesora explica que la cerveza sin alcohol “tiene casi todos los beneficios de la cerveza con alcohol y, además, es hipocalórica y tiene muchas otras bondades que proporcionan los polifenoles, también presentes en el lúpulo”. También destaca que el efecto de la cerveza con alcohol para impedir la oxidación del aluminio es mucho mayor, ya que el alcohol “potencia la acción del ácido silícico frente al aluminio”, pero recuerda que “no todo el mundo puede tomar cerveza con alcohol”. Además, especificó que la dosis diaria para aquellas personas que puedan consumir cerveza normal es de una caña para mujeres y dos para los hombres.

Los resultados de este estudio se hicieron públicos hace días en el Congreso Internacional de la Sociedad Europea de Toxicología, Eurotox.