La familia de Daniel, varón que asesinaron hace unos días a las puertas de una discoteca ubicada en el barrio de La Garena, Alcalá, ha escrito una carta para explicar lo que aconteció aquella noche, y despidiéndose de su hijo fallecido.
Así, en el texto manifiestan lo siguiente:
"El pasado sábado 5 de marzo a las 6 de la madrugada Daniel López perdía la vida a manos de un ser inhumano y nosotros perdíamos de la forma más brutal posible un hijo, un hermano, un novio, un primo, un sobrino y un amigo.
Daniel, informático de profesión, le encantaba la programación y disfrutaba de los videojuegos en sus ratos libres. Llevaba compartiendo 15 años de su vida con su novia, de origen ucraniano, que compartía la misma afición. Juntos tenían una vida tranquila, y aunque Daniel es vecino de Alcalá de toda la vida, se mudaron a Chiloeches, ya que los alquileres allí eran más económicos. Pese a esto, Daniel casi todos los días iba a Alcalá para visitar a su madre y disfrutar de las comidas en familia, que le encantaban. Hacía poco que Daniel había decidido emprender su camino como empresario, creó su propia empresa de programación y estaba contento porque había podido conseguir algunos clientes que le proporcionaban el trabajo necesario para salir adelante, aunque esto suponía mucho trabajo y largas noches frente al ordenador.
Durante las pasadas semanas, la novia de Daniel se encontraba bastante triste por la guerra que se estaba iniciando en su país y estaba preocupada por la familia que tiene allí. Aunque Daniel era bastante casero y prefería pasar los fines de semana trabajando en casa, le propuso a su novia salir con su grupo de amigos por La Garena para que ésta pudiera olvidar la guerra durante unas horas. Allí se encontrarían con su asesino.
El asesino de Daniel avanzó rápidamente desde el local y le propinó una patada directa en la sien
Después de pasar casi toda la noche en otra discoteca de La Garena, viendo que la idea de salir había ayudado a que su novia se animara, el grupo de amigos decidió acabar la noche en el local Marvel Club, situado en el mismo lugar. Después de pasar un rato dentro del local, uno de los amigos de Daniel, tuvo un malentendido al pagar unas copas, lo que provocó un desencuentro con los camareros del local y le sacaron fuera. El resto de amigos, junto con Daniel, acompañaron a su amigo fuera del local, dando por terminada la noche.
Una vez fuera, cuando el grupo se dirigía de vuelta a casa, el amigo de Daniel, quiso acceder de nuevo al local, acción que fue rechazada por los porteros. Daniel se acercó, lo agarró por el brazo y lo alejó del local, disculpándose con los porteros por el comportamiento de su amigo. El amigo de Daniel se zafó y volvió a dirigirse a la entrada del local para intentar acceder, en ese momento fue cuando un trabajador del local propinó al amigo un puñetazo que lo dejó inconsciente en el suelo. Daniel al ver esto desde la distancia, dio unos pocos pasos increpando a la persona por lo que le había hecho a su amigo.
Sin mediar más palabras, el asesino de Daniel avanzó rápidamente desde el local y le propinó una patada directa en la sien, una patada contra alguien indefenso que solo puede ser capaz de dar alguien con conocimientos de defensa personal o artes marciales. La patada que le hizo caer a plomo al suelo de donde ya nunca se levantó. Esa patada, sin justificación, que le quitó la vida, acabó con los sueños de crear una familia, de sacar adelante su empresa y de seguir disfrutando de las comidas familiares. Esa patada que ha destrozado a una familia entera que jamás podrán superar el horror de perder un ser querido de una manera tan cruel.
No contento con esto, el asesino aún propinó otro puñetazo a otro amigo de Daniel que se acercó al ver a sus dos amigos en el suelo. Le dislocó el hombro y le dejó en el suelo con una conmoción cerebral. Después de esto, el asesino huyó del lugar como un cobarde dejando a sus tres víctimas en el suelo mientras el resto de los trabajadores se escondieron en el local. Pasaron varios minutos hasta que alguien del local se dignó a salir a la puerta y prestar ayuda, donde ya se encontraba la novia de Daniel, intentando despertarlo, sin saber que ya jamás abriría sus ojos. Nada pudieron hacer los servicios de emergencia para reanimar a Daniel.
Aquí acaba la vida de Daniel, y empieza la lucha de la familia por pedir justicia, para que el asesino de Daniel y todos los que tengan responsabilidad en su muerte paguen ante la ley por el daño irreparable que nos han provocado. Agradecer también toda la ayuda de los sanitarios del 112 que apoyaron médica y psicológicamente a la familia en ese momento tan duro y a la policía por cómo nos ha tratado y que ha mostrado toda su profesionalidad.
Nunca te olvidaremos Daniel".