Queridos vecinos de Alcalá:
Este mes bien merece dos editoriales. Hay mucha distancia entre la jeta y la indecencia y, esto, justo, es la ecuación de lo que en nuestra ciudad se está aplicando. Con resultado, distancia igual a 0.
Nuestros dirigentes, incluyendo a la oposición al Gobierno local, han cruzado una línea gruesa, la línea de la indecencia. Lo curioso, es que no hemos levantado los brazos en signo de protesta. ¿Será que estamos dormidos? ¿O es que el nivel de ‘apesebrados’ es ya tan elevado que nos parecerá hasta bien? ¿Quizás es que no han dicho ni mu, ni ellos ni los medios locales?
Yo, aún, tengo una cuarta hipótesis y tiene que ver con la capacidad crítica, vamos, el conocimiento que nos hace poder elegir entre el bien y el mal. ¡¡Hay gente que no lo tiene!! Son comúnmente conocidos como tontos y tontas. Además, los aderezan con el ocultamiento de los sucesos, aprobando en plenos de tapadillo las cuestiones importantes y con la complicidad de los medios de comunicación que son regados por sus profundos tentáculos con suculentos cubos llenos de dinero.
Si el nivel de tontos y tontas, ósea sin criterio, sigue creciendo, la democracia se termina... y llega la ‘tontocracia’. Amigos, ¡¡cuidado con esto!! La responsabilidad será de los que sí tenemos esa capacidad aún.
¿Y qué ha sucedido? Pues que, en plena pandemia y crisis económica, los indecentes de nuestros dirigentes aprueban una subida salarial para sus bolsillos de, en el caso de Lezcano de Ciudadanos y el resto de portavoces en la oposición va de 50 a 72.000 euros. ¡¡Esto es casi un 50% de subida salarial!
Eso sí, trabajando desde casa y, en definitiva, tocándose las.... En fin, seguro que me entendéis.
Todo ello, al calor de la necesidad de Rodríguez Palacios, el alcalde, de aprobar el PGOU tan necesario para Alcalá. ¿Le habrán puesto Lezcano, Judith and company esa condición para aprobarlo? ¿Se habrán siquiera leído el PGOU?
¿Se merece cobrar esta gente un sueldo bruto en 12 pagas de 6000 al mes? ¿Lo ganáis vosotros trabajando de sol a sol? Despertad de una vez y, cuando los veáis por la calle, por favor, preguntadles qué están haciendo para mejorar Alcalá y en qué consiste exactamente su trabajo de 72.000 euros.
Que el que gobierna cobre bien es justo, pero que el que posturea, ‘fotísticamente’ hablando, cobre bien y, encima, en plena pandemia, con todo el mundo necesitando, se suba el sueldo, es sencillamente una indecencia. Una gran indecencia. Por favor, no caigáis en su trampa: La ideología. Despertad y exigid. Vienen momentos de incertidumbre y ellos no han respetado la línea gruesa.
¿Debemos nosotros quedarnos quietos? De momento, parece que sí :-(
Esteban Hernando
Director Soyde.
Cuando los rigores de la pandemia asolaban nuestra ciudad, con la mayoría de los ciudadanos confinados en nuestras casas, la corporación alcalaína acudió a un pleno municipal en el que se sentaba la base para que los políticos subiesen sus salarios casi un 50%. En aquel momento el equipo de gobierno dejó muy claro que dependía de cada grupo el hacer o no efectiva esta subida y que ellos no lo harían. Preguntamos a cada uno de los grupos y en todos los casos nos dejaron claro que no era el momento para subirse el sueldo.
Pero eso era abril y en julio llegaban las vacaciones. Así que, como quien no quiere la cosa, dentro del pleno de ese mes había un punto en el que cada uno de los grupos podía (o no) renunciar a la subida que ya estaba autorizada. Así, David Cobo (IU) anunció que lo haría (renunciar) hasta el final de la legislatura, mientras que su compañera de despacho, Teresa López Hervás (Unidas Podemos), lo hacía, igual que los concejales del PSOE, hasta diciembre de este año. Los demás grupos de la oposición (Ciudadanos, Partido Popular y VOX) no han renunciado, por lo que verán sus salarios aumentados casi un 50% en el caso de los portavoces.