No pudo ser. Esa es la frase que más hemos repetido los aficionados del RSD Alcalá, tras el que fue el LII Torneo Cervantes. Nuestro rival, el recién ascendido a Segunda División, Rayo Majadahonda, nos hizo despedirnos este año del codiciado título de campeones, aunque no se lo pusimos nada fácil.
Todo iba bien
El intenso calor, propio de estas fechas, hizo mella en ambos equipos, pero ninguno cedió en el terreno de juego. Las pruebas y los ajustes de las primeras semanas de pretemporada fueron claros protagonistas durante la jornada. Sin embargo, durante los primeros minutos, fue nuestro rival el que impuso autoridad en el control del juego frente a los alcalaínos.
Fuimos nosotros los más combatidos durante los 90 minutos de juego, demostrando lo entonados que habían saltado al campo todos los jugadores. Tras los primeros sustos en nuestra puerta, fue precisamente uno de los nuevo fichajes, el delantero Anto, quien abriera el marcador a nuestro favor, tras una buena recuperación de balón.
Tras una posterior asistencia de Nanclares, los rojillos se adelantaban por 1-0. Y con esa ventaja, majariegos y alcalaínos nos iríamos al descanso.
El intenso calor, propio de estas fechas, hizo mella en ambos equipos, pero ninguno cedió en el terreno de juego
Lotería de penaltis
La segunda parte comenzó con muchos cambios en ambos conjuntos. Tras los ajustes, volvimos a ser nosotros los encargados de ampliar la ventaja en el electrónico.
Esta vez, sería Moha, con un certero disparo desde la línea frontal, quien pondría al RSD Alcalá con un 2-0 que parecía definitivo. Sin embargo, el Rayo Majadahonda no quiso darse por vencido.
Los cambios realizados en la segunda parte le habían sentado muy bien, aprovechando la endeblez defensiva de los rojillos para empatar la contienda. ¿El culpable? Jeisson, con dos goles casi consecutivos, ponían el Trofeo Cervantes en tensión máxima con un 2-2. Nos vamos a los penaltis.
Los nervios se apoderaron de los alcalaínos durante la lotería, que terminaría por darle la victoria al equipo rival por 6-5.
El aplauso de la afición en la entrega del trofeo como subcampeones también lo disfrutamos, del mismo modo que disfrutaremos esta nueva campaña y todas las alegría que nuestro equipo viene dispuesto a darnos. ¡Vamos Alcalá!