Desde que se aprobó en la Junta de Gobierno del pasado mes de julio el regreso de los eventos taurinos a la ciudad, son muchos los grupos políticos y movimientos antitaurinos los que han rechazado esta iniciativa.
La trifulca comenzó con un comunicado publicado por Alcalá Antitaurina, plataforma ciudadana sin ninguna adscripción política, que remarcaba el hecho de que la empresa contratada para los espectáculos llevaba incumpliendo el contrato durante cuatro años. Hacían un llamamiento al Ayuntamiento de Alcalá de que se replanteara el acuerdo que, desde hace ya 22 años, ha condenado a la ciudad y a los animales a sufrir espectáculos llenos de crueldad, manifestaban.
A este comunicado se sumó otro del grupo de Izquierda Unida de Alcalá. En el que avalaban y respaldaban las declaraciones hechas por el movimiento antitaurino, “hace más de cinco años que no se realizan espectáculos de este tipo en la ciudad complutense por un reiterado incumplimiento del contrato por parte de la empresa adjudicataria” manifestaba el grupo. Además, recordaban que ya el año pasado habían lanzado una propuesta para que se transformara la Plaza de Toros en un lugar en el que se desarrollaran eventos culturales que sustituyeran las torturas que se realizaban allí.
La tauromaquia, cuestión de libertad
Poco a poco la tauromaquia fue cobrando protagonismo entre los diferentes grupos políticos, y Podemos Animalista se unió a las críticas lanzadas previamente, preguntándose cómo se podían suspender eventos que sí pertenecían a la cultura y tradición alcalaína, mientras se aprobaban actividades taurinas, poniendo en riesgo la salud de los ciudadanos por las aglomeraciones.
Somos Alcalá tampoco se hizo esperar, y apoyó todas las declaraciones hechas por los otros grupos, criticando una vez más la decisión del ayuntamiento, “Esta decisión se suma a otra serie de despropósitos y frivolidades que parecen acumularse en un momento tan delicado para nuestra ciudad”, declaraban. Además, lanzaban la siguiente cuestión: “Nos preguntamos si nuestro alcalde, su concejal de Urbanismo y Movilidad, y sus nuevos socios de Ciudadanos piensan realmente que el futuro pasa por la crueldad animal”.
Sin embargo, entre todas las respuestas negativas hubo un partido que, por el contrario, apoyaba por completo esta nueva decisión, VOX. Desde el grupo declararon que los eventos taurinos son arte, y que Alcalá ha sido referente en este tipo de eventos, algo que había que recuperar. También consideraban que este tema era cuestión de libertad, si alguien quería acudir, que fuera, y quien no, que no fuera, afirmando que “Alcalá sigue siendo taurina”.