Uno de los mitos de la política es que una vez que entras tienes asegurado el pecunio (casi siempre sustancioso) para el resto de tus días. Por supuesto, hay excepciones, pero estos días, uno de los ejemplos más claros de cómo funcionan los hilos populares ha sido el nombramiento de Marcelo Isoldi como asesor de la alcaldesa de Pozuelo de Alarcón, Susana, Pérez Quislant. Un cargo que le valdrá al alcalaíno más de 45.000 € anuales. Pero el ansia humana no tiene límites y a esta cantidad se sumará la asistencia a Plenos y las 6 comisiones (de las que su grupo le ha hecho titular) a las que acudirá cada semana, añadiendo a su salario otros 1.200 euros cada mes.
Así pues, Isoldi, que lleva interrumpidamente de concejal desde que Bartolomé González alcanzase la alcaldía, hace más de 20 años, seguirá cobrando de las arcas alcalaínas mientras vive en Madrid y trabaja en Pozuelo de Alarcón.
Carta del Director: "Los ciudadanos despertaremos de la anestesia a la que nos tienen sometidos"
Algunos no tienen suficiente con una subida del sueldo del 45% en plena pandemia, pasando de cobrar 28.000 a 40.000 de las arcas públicas. Cuando hablamos de vividores políticos, hablamos precisamente de esto, Marcelo Isoldi, sin otro oficio recordado que político, ya 20 años atrás, representa lo más profundo y arraigado de la casta política. Esta vez, pega un salto fuera de Alcalá, donde cada vez la gente reconoce más sus limitadas capacidades para irse a Pozuelo, con su amiga y Alcaldesa Susana Pérez, allí, asesorará personalmente a la primera edil por un sueldo de 45.000 € anuales. Eso sí, sin renunciar a los 1200 más que se embolsara mensualmente de Alcalá, ya que su grupo, en oposición, le ha inscrito en todas las comisiones así como la asistencia a plenos. Estos “animales” políticos (de 5.000 al mes) son los que, todos juntos, aportan medio a la gestión catastrófica que estamos viviendo en nuestro país desde cualquier punto de vista. Sanitariamente nada, en la gestión, poco, y en el gasto, bastante…
O los políticos decentes de cada partido, que los hay, creedme que conozco, y muchos, se enfrentan a este tipo de conductas, en sus propios partidos, o me temo mucho que la pandemia no solo acabará con la actual forma de ver el mundo, sino acabara con una consecuencia inesperada para ellos, los políticos, dejaremos de creer en ellos y los ciudadanos despertaremos de la anestesia a la que nos tienen sometidos.
Esteban Hernando