No siempre hablar de política implica conocer a la persona real que hay detrás de esas decisiones. Precisamente, la principal misión de un alcalde es estar en primera línea. Es la institución más cercana a los vecinos. Para entender el trasfondo de la política, hay que conocer al político. Javier Rodríguez Palacios no es solo el alcalde nuestra ciudad, tiene 44 años, estudió Ingeniería Agrónoma y llegó a ser voluntario en la prisión de Alcalá Meco. Su vida política llegó con el tiempo, un nuevo tiempo en el que Javier quiso dedicarse a su ciudad.
Toda una vida en Alcalá
Javier ha pasado su infancia y juventud en Alcalá. Todas las vivencias que dejan huella, las ha experimentado aquí. “He tenido momentos de todo tipo. Desde la primera persona con la que salí, los primeros amigos, desde la primera vez que pisé un bar. Todas las experiencias de la vida las he tenido en Alcalá de Henares”. De padre castellanoleonés, Javier subraya el fuerte sentimiento de pertenencia que genera esta ciudad. “A la gente que somos de Alcalá y hablamos mucho de Alcalá, nos llaman garrapiñados”, afirma entre risas. Una devoción muy marcada a la que han contribuido los bellos rincones con los que cuenta nuestra ciudad. Todos bonitos a su manera aunque, para Javier, hay uno que ocupa una posición privilegiada. “Mi rincón favorito es la Plaza del Palacio Arzobispal. Pillaba cerca de donde vivía con mis padres y me trae muchos recuerdos”.
Juventud comprometida
Con apenas veinte años, Javier puso en práctica uno de los valores que, para él, representa el socialismo: solidaridad. Fue voluntario en la prisión de Alcalá Meco donde “iba todas las semanas a estar con los presos”. Su labor solidaria no se redujo a Alcalá. “Estuve en Perú varios meses en mi época más juvenil. Estuve en la zona entre el Altiplano y la selva. Fue una gran experiencia”. Una gran experiencia que le llevó a colaborar, posteriormente, con otras organizaciones.
“La Comunidad tiene que dar la cara y pagar. Nosotros vamos a seguir presionando”
Sus inicios
¿Cómo termina un ingeniero agrónomo dedicándose a la política? Tras dos años trabajando en Bruselas, Javier regresó a España donde fue nombrado asesor de la entonces Ministra de Agricultura, Elena Espinosa. Ese fue el punto de partida de su carrera política que pronto le llevó de vuelta a Alcalá. “Si hubiera sido un salto a otro tipo de política, probablemente, hubiera dicho que no”, nos confiesa. Pero para él, su “summun” profesional pasaba por trabajar por su ciudad. “Si dejaba pasar ese tren, iba a estar toda la vida echándomelo en cara”. Aunque se muestra satisfecho con su labor en el consistorio complutense, “espera volver algún día a la agricultura”.
Balance de legislatura
El primer edil asegura que su mayor reto en este primer año de legislatura “ha sido enderezar la economía del ayuntamiento”. Una situación especialmente delicada porque, después de tres años, nuestra ciudad cuenta con nuevos presupuestos. “Teníamos una situación verdaderamente mala, en la que hemos tenido que ir negociando y dialogando con distintas empresas e ir quitando deuda”. Otra de las constantes preocupaciones que asolan a los alcalaínos es la deuda de la Comunidad de Madrid con los vecinos de Puerta de Madrid y Reyes Católicos, a causa de los ascensores. “La Comunidad tiene que dar la cara y pagar. Nosotros vamos a seguir presionando”.
Toda acción tiene sus alabanzas y críticas. En este caso, los partidos de la oposición han criticado la falta de diálogo con el equipo de Gobierno. Un desencuentro que se hizo patente en el pleno de Presupuestos. Según Javier, los grupos de la oposición “no tienen razón” en esa crítica. Ajeno a los reproches, Javier califica su gestión “con un notable” que aspira a convertirse “en un sobresaliente”.