Justa victoria que les otorga un puesto de play off. Más que merecida victoria del primer equipo. Los hombres de Salvachúa afrontaban un partido clave frente a otro histórico como el Moscardó, que, empatado a puntos, ocupaba puesto de play off. Un puesto que ahora pertenece al Alcalá, tras dar una gran imagen de equipo, sobre todo en la segunda mitad.
Ganar en el Román Valero siempre tiene una connotación especial, añadiendo así todo lo que había en juego. A ello hay que unir que el míster introdujo varios cambios en la alineación, demostrando la gran capacidad competitiva de esta plantilla.
El primer tiempo fue más igualado. Aunque los rojillos fueron de menos a más, el choque estuvo muy equilibrado, condicionado en gran parte por el viento, que soplaba en contra de nuestro ataque. La RSD se fue aclimatando poco a poco a las circunstancias del partido, y aunque el Moscardó gozó de dos oportunidades para marcar, tan solo una vez tuvo que intervenir Manolo para evitar un tanto. Y al final del primer tiempo, Manu Toledano y sobre todo Barca tuvieron dos grandes ocasiones para marcar, evitando nuestro ex guardameta Guille el 0-1.
Segunda parte de casta y coraje para asentarse definitivamente en zona de Playoff.
En el segundo acto los rojillos estuvieron mucho mejor. Teniendo maniatado al rival a raíz de hacerse con el centro del campo, apenas se jugaba en el campo del Alcalá. Con la situación controlada, sólo faltaba el premio del gol. Y éste llegó en el minuto sesenta y siete, en un lanzamiento de falta directa magistral de Tito, que coló el balón por toda la escuadra.
Con el marcador a favor, fue todo mucho más fácil. Lejos de conformarse, los chicos de Salvachúa dominaron más a un Moscardó totalmente desarbolado, que dejó más espacios, lo que aprovechaban los rojillos para hacer mucho peligro a la contra. Así, a falta de diez minutos, llegó el segundo por mediación de Jaime. El canterano, que se estrenaba como goleador con el primer equipo, recibió un gran balón en largo de Borja Sánchez, y definió como los grandes, picando el balón por encima del portero.
Pero si algo tiene este Grupo VII es que no te da ningún respiro, y de la nada, el equipo local logró recortar distancias por mediación de su capitán Cidoncha. La situación se complicaba y el fantasma de Galapagar se apareció a todos los rojillos presentes, en gran número, en las gradas del Román Valero, pero fue entonces cuando los rojillos sacaron su mejor vena competitiva, estando muy encima de un rival al que no permitieron crecerse.
Tal era la ambición, que incluso en tiempo de prolongación, Barca logró el gol de la tranquilidad. Tras una jugada de Módula por banda diestra, el balón fue hacia el primer palo, donde Jaime, mostrando la generosidad inculcada en nuestra cantera, prolongó al segundo palo para que Barca hiciera prácticamente a placer el 1-3 con el que concluyó el partido.