El pleno municipal del pasado martes ha dado para mucho: no solo por ser el primero en el que hemos contado (toda la sesión) con una presidenta, María Aranguren, por haber contado solo con 19 concejales, en lugar de los 27 que suponen el quorum, ni porque los integrantes del grupo municipal Izquierda Unida - Unidas Podemos sigan votando de manera diferente en determinadas mociones.
Como era de esperar, por las bajas, este pleno fue especialmente seguido a través del streaming (598 visualizaciones, bastante flojo para una ciudad de 200.000 habitantes), de hecho, el primer teniente de alcalde nos mostró como lo hacía desde su televisión 4K (o más), y el uso de las redes sociales para comentar los diferentes puntos del orden del día fue de nuevo un lugar de debate concurrido por los políticos. Y aquí es donde la concejala aspirante a Instagramer no podía defraudar. Blanca Ibarra se hizo un selfie en el mismo pleno para contestar un comentario del único concejal del Partido Popular, Marcelo Isoldi, cuando le dijo: "no se dediquen a posar o hacernos elegir qué ropa se van a poner hoy", a lo que la edil socialista dio la vuelta publicando una encuesta, desde el mismo pleno, en la que decía: "Un concejal del PP ha criticado que os cuente mi día a día por redes sociales, debe ser que no les gusta que os lo cuente, o que cada vez seamos más, o que no les va ser transparentes...", como si la transparencia tuviese algo que ver con los outifs que lleva cada día. Entre sus 6.000 seguidores de Intsagram, un 86% votó que "ojalá todos lo hicieran", frente a un 14% para el "me da igual".
En todo caso, el debate está en si los políticos deben utilizar sus redes sociales para cosas ajenas a su labor, tanto Blanca Ibarra con sus publicaciones de moda y belleza en Instagram como Alberto Blazquez con sus Tik-Toks y sus recorridos en bicicleta están muy lejos de alcanzar la transparencia en sus funciones gracias a las RRSS. ¿Deben dejar de usarlas para otra cosa que no sea su función municipal? ¿Pueden utilizarlas como cualquier otro ciudadano hablando de sus intereses más allá de la política? ¿Se aprovechan de su posición para ganar seguidores? El debate de las redes sociales siempre es complejo y la ejemplaridad de los políticos no siempre es la necesaria, ni en persona ni en virtual, pero ¿hasta dónde llegan sus funciones y hasta dónde su vida privada cuando la hacen pública en redes?