Primer encuentro de la temporada en el Municipal Virgen del Val. Rival muy especial: AD Torrejón. Tras una pretemporada en la que los resultados no fueron positivos para los rojillos, se buscaba la primera alegría, pero no se pudo pasar del empate.
En una tarde soleada y con la vuelta del público que iluminaba con su presencia las gradas locales, empezó a rodar el balón tras siete meses y diez días desde que se paró la competición por culpa de la pandemia del coronavirus. El partido comenzó con ritmo desde el primer minuto. Según pasaba el tiempo eran los torrejoneros los que controlaban el juego, pese a que no creaban peligro para la portería de Aarón. En la recta final de la primera parte, los rojillos tuvieron dos grandes oportunidades para adelantarse en el marcador, pero no fue posible. Las sensaciones no eran malas, aunque tanto la afición como los jugadores sabían que se podía dar más.
Un penalti muy riguroso evitó la victoria de los alcalaínos
Nada más comenzar la segunda parte, la ilusión y la alegría volvieron a iluminar las gradas tras señalarse un penalti a favor del Alcalá, pero Nanclares no supo aprovechar la gran ocasión y la mando arriba. Desilusión.
Lejos de desanimarse, los de Jorge Martín apretaron y se lanzaron al ataque. Nanclares. que se mostró abatido tras fallar el penalti, adelantó al equipo tras una gran jugada y una definición perfecta. Buena forma de resarcirse y de devolver la alegría que se había ido volando. Los puntos parecían quedarse en casa y más tras la expulsión de Dani. Los visitantes se quedaban con diez, pero… en el 82’ un penalti riguroso dio el empate al Torrejón. Faltó oficio.
Reparto de puntos que deja con mal sabor de boca a los alcalaínos, que merecieron más.