Este debut se ofreció en tres de las terrazas del centro: Brasayleña, Pomodoro y La Sureña, tres restaurantes que ofrecen una gran variedad de productos. Una combinación de calidad y rentabilidad que no pasó desapercibida para los clientes. 

La reapertura y regreso a la normalidad se hace posible gracias a las numerosas medidas de seguridad que han establecido: desde carteles en columnas, suelos, paredes, ascensores y aseos, hasta dispensadores de gel hidroalcohólico en columnas, restaurantes y stands ubicados en zonas estratégicas para su uso. Además de la colocación de las mesas con la distancia de seguridad necesaria para poder acudir sin ningún riesgo, y la equipación del personal de servicio con medidas de protección para atender a los clientes con la mayor seguridad. 

A estas medidas se le suman la instalación de vinilos que señalizan la distancia de seguridad entre clientes, el cierre con vallas de las zonas infantiles, y el límite de aparcamiento para controlar que no se formen aglomeraciones. Además de la desinfección de mesas y espacios para asegurar y prevenir los contagios. 

Poco a poco el centro está consiguiendo recuperar viejas costumbres tan añoradas por la gente. El fútbol y las noches de terraza son dos puntos clave para los clientes en verano, y lo que ha permitido que Quadernillos se constituya como el mejor centro de ocio al aire libre de la comarca.