Cuando pensábamos que ya habíamos visto todo en el Ayuntamiento de Alcalá llegaran nueva sesión del pleno ordinario para demostrarnos que no. Y, aunque volvió a reinar la falta de consenso, parece que se están creando dos bandas bien diferenciadas dentro del consistorio, una conformada por el propio Equipo de Gobierno del PSOE y Ciudadanos, y otra por el resto de formaciones municipales.
Así, uno de los aspectos más destacados del último pleno fue el anuncio de la modificación del reglamento municipal por el cual se contemplaba una nueva figura dentro del Gobierno local, la de vicealcaldía, una propuesta que elevaba a Miguel Ángel Lezcano, portavoz de Ciudadanos y primer teniente de alcalde, a la posición de vicealcalde de Alcalá. Parece que el portavoz ha sabido jugar bien sus cartas y no solo ha conseguido entrar en el Gobierno de nuestra ciudad, sino que se ha cambiado el reglamento para que pueda configurarse como vicealcalde.
Ante este nuevo nombramiento, las formaciones políticas parecieron no tomárselo muy bien. VOX afirmó que no era una figura necesaria para Alcalá, y otras formaciones asegurando que, lo único que conseguían con el nuevo Equipo de Gobierno era aumentar el gasto de los alcalaínos. Así lo volvió a recordar David Cobo, concejal de Unidas Podemos Izquierda Unida, quien sacó a colación, una vez más, el aumento del gasto para nuestros vecinos en más de un millón de euros con los nuevos presupuestos de 2022.
Blázquez no dudó en asegurar que la modificación de los estatutos se había decidido de manera democrática y con el apoyo de 18 concejales, claro, los 18 concejales que forman parte del Gobierno local
La democracia de Blázquez
Ante estos ataques, Alberto Blázquez, segundo teniente de alcalde y bien conocido por su "poquito de oro", no dudó en sacar las garras para defender a Lezcano y su nuevo nombramiento, y atacar a Cobo, su enemigo de confianza. En esta línea, el socialista comenzó manteniendo que la figura de vicealcalde permitía dar mayor importancia a nuestra ciudad, y alegaba que otras localidades ya concedían este título y que ahora Alcalá también lo haría.
Así mismo, Blázquez no dudó en asegurar que la modificación de los estatutos se había decidido de manera democrática y con el apoyo de 18 concejales, claro, los 18 concejales que forman parte del Gobierno local. ¿Dónde está esa democracia de la que alardean si el resto de formaciones no tuvo ni voz ni voto en la decisión? Y, aunque la tuvieran, solo con los votos del Equipo de Gobierno ya son suficientes para sacar adelante o rechazar propuestas, por lo que tampoco afecta la decisión del resto de partidos, o eso parece.
La moción que unió a tres formaciones políticas
En esta línea, y tras presentarse las mociones del PSOE que salieron adelante, llegó un momento culmen para el pleno, algo que debería quedarse grabado para la posteridad, y es que, a raíz de una moción de Unidas Podemos Izquierda Unida en la que se solicitaban mejoras para el CEIP Santos Niños de Alcalá, tanto VOX como PP ¡apoyaron las palabras de la portavoz Teresa López Hervás! Cuando parecía que el consenso se quedaba en un mero concepto y que las formaciones alcalaínas no lograrían acercar posturas llega una moción para unirlas.
Así, tras argumentar las necesidades que requiere este centro escolar, VOX apoyó dichas palabras, añadiendo que no solo se necesitaba mejorar el colegio, sino todo el barrio de Virgen de Belén. A ello se sumó la portavoz popular, Judith Piquet, quien aseveró que la falta de mantenimiento en ese barrio era preocupante. Además, las tres formaciones afirmaron que se habían reunido con los vecinos y con la agrupación vecinal hacía apenas unos días y, uniendo fuerzas, reprocharon al Ayuntamiento que ellos ni siquiera habían acudido el barrio, "vosotros no os habéis pateado la zona, ni os habéis reunido con sus vecinos", y es que parece que nuestro Ayuntamiento le falta calle, sino que pregunten a los vecinos.