Tras más de 15 años dando servicio a los jóvenes de Alcobendas, el Servicio de Asesoría de Sexualidad financiado por el Ayuntamiento ha decidido cerrar sus puertas después de las muchas dificultades a las que se han tenido que enfrentar sus trabajadoras desde que comenzó la pandemia.
Todo empezó con el confinamiento decretado por el gobierno en marzo de 2020, a pesar de que este centro, gestionado por la Asociación Imagina estaba formado por psicólogas, sexólogas y una médico, el Ayuntamiento de Alcobendas no lo consideró como un servicio esencial y cerro sus puertas al igual que las de otros muchos centros. No obstante, tal como nos cuentan las trabajadoras a este medio, el servicio no paró, ya que siguieron asesorando a aquellos que lo necesitaban a través de un correo que habilitaron para ese fin. Algunas de las personas a las que trataban son chicos en tratamiento psicológico o que necesitan apoyo por su situación familiar o personal, "servicios que no se pueden parar", asegura una de las trabajadoras.
Tras el fin del confinamiento el Ayuntamiento de Alcobendas las dejó volver a la Asesoría, pero redujo su jornada en un 75% haciendo que las trabajadoras solo pudiesen prestar servicio unas cuatro horas al día, un horario laboral imposible de cumplir para ellas, pues muchos de los jóvenes a los que atendían necesitan una atención constante, más allá de una simple jornada laboral. "Nos vienen chicas de las que han abusado sexualmente y no quieren denunciar, por eso hay que examinarlas, hay que acompañarlas poco a poco hasta que decidan dar el nombre de su agresor. Eso no se puede hacer en solo cuatro horas", explica una de las trabajadoras.
Pero no solo eso, pues los numerosos talleres sobre sexualidad que desde este centro se impartían en colegios e institutos de Alcobendas, también eran imposibles de crear, gestionar y llevar a cabo en una jornada de tan solo cuatro horas. A pesar de que el Ayuntamiento les prometió que revisaría su contrato y crearían uno nuevo con la jornada completa en mayo de 2021, pero cuando llegó la fecha acordada no había nada, y las trabajadoras decidieron cerrar la Asesoría Joven de Sexualidad que tan buen servicio había dado a los vecinos más jóvenes.
"No nos vamos, nos echan", aclara una de las trabajadoras más veteranas que asegura que para todas ellas haber tomado esta decisión ha sido muy doloroso, pero lo han hecho porque era imposible desarrollar bien su trabajo con una jornada laboral tan reducida. Ellas lo achacan a problemas de gestión del nuevo Ayuntamiento, y aunque reconocen que siempre han sobrevivido con poca ayuda económica por parte del consistorio también recuerdan que nunca han tenido problemas con ninguno de los partidos que han pasado por la alcaldía que, de hecho siempre se han mostrado orgullosos de este centro.
Los vecinos de Alcobendas ya se manifestaron frente a sus puertas el pasado 18 de junio y lo volverán a hacer próximamente para intentar que el Ayuntamiento evite el cierre del Servicio de Asesoría de Sexualidad.
La reducción de jornada en un 75% a sus trabajadoras ha provocado su cierre
"Eran como una segunda familia"
"Era gente muy cercana, como una segunda familia", recuerda Paola Castro, una de las jóvenes que hizo uso del Servicio de Asesoría Sexual de Alcobendas y que se muestra muy dolida por su cierre. Paola acudió por primera vez a este servicio cuando tenía 14 años y sus problemas para comunicarse con su madre hicieron que ambas fueran en busca de un psicólogo, lo encontraron en Imagina, que se convirtió en un centro de referencia para esta joven en el difícil camino de la pubertad.
"Cuando tenía que acceder a servicios de ginecología me iba a Imagina, y ellas me recetaban anticonceptivos, me daban preservativos o si necesitaba hacerme un examen por cualquier cosa. Es algo que he utilizado hasta hace un año, año y medio", reconoce Paola, que se muestra sorprendida por cómo le han ido las cosas a este centro que tanto le ha ayudado a ella y que siempre recomendaba a sus amigos.
Pues desde el Servicio de Asesoría Sexual de Alcobendas no solo se hablaba de sexo o temas relacionados con ello sino que también servía como punto de encuentro para jóvenes gracias a sus "campamentos de verano, cine al aire libre... hacían muchas cosas para los jóvenes", tal como recuerda Paola, que pide al Ayuntamiento que busque una solución para que este centro vuelva a ser lo que era.