Tras realizar varias maniobras de distracción a los empleados del banco, consiguieron que la cajera abandonase su puesto de trabajo, momento en el que aprovecharon para apoderarse de los 11.870 euros que estaban depositados en una caja de caudales, sin que ellos pudieran ver la acción de la sustracción.

Los investigadores comenzaron las tareas de averiguación y comprobación de los hechos, y tras realizar diversas pesquisas policiales y el visionado de las cámaras de seguridad, descubrieron que los sospechosos formaban parte de un grupo criminal dedicado a la comisión de delitos de hurtos al descuido. Normalmente en establecimientos comerciales y entidades financieras, actuando de manera conjunta y coordinada desde la planificación hasta la ejecución del ilícito penal.

El modo de operar consistía en acceder al interior de la sucursal de forma individualizada sin llamar la atención y dando apariencia de acudir a realizar algún trámite, con el único objetivo de entretener y distraer a los empleados. Circunstancia que aprovechaba otro de ellos para adentrarse a la zona interior de la caja y coger el dinero para posteriormente huir del lugar rápidamente.

Avanzada la investigación, permitió a los agentes de policía la identificación, localización y detención del cabecilla del grupo el pasado día 26 de octubre, quien tras su arresto fue puesto a disposición de la Autoridad Judicial. La investigación sigue abierta con la práctica de nuevas gestiones para lograr el total esclarecimiento de los hechos denunciados.