El Ayuntamiento de Alcorcón, a través de la concejalía de Transición Ecológica, Movilidad, Educación y Medio Ambiente, ha lanzado la campaña ‘Mis reglas, sin residuos’, una iniciativa dirigida al alumnado entre 16 y 18 años de todos los institutos de la ciudad, que se enmarca dentro del fomento del uso de las copas menstruales como recurso reutilizable, ecológico y sostenible frente a los productos desechables.
Además, destaca el carácter informativo y sensibilizador de la iniciativa en torno a los estigmas y el desconocimiento generalizado respecto a la salud menstrual. Trinidad Castillo, concejala del área, ha explicado que “estamos viendo cómo estos talleres están ayudando no solo a romper tabúes y estigmas, sino también a abordar de forma natural en los institutos un tema que históricamente ha sido considerado ‘vergonzoso’”.
“Al hablar de ello de manera abierta con técnicas especializadas, se fomenta un ambiente de respeto y normalización que ayuda a las personas menstruantes a sentirse más cómodas para preguntar las dudas que pueden tener con sus cuerpos y sus ciclos menstruales, consultas que son totalmente normales a su edad”, ha trasladado Castillo.
La medida, “esencial para promover la educación menstrual sostenible”, contribuye "a la sensibilización sobre estos problemas" y "ayuda a construir una sociedad más abierta, inclusiva y empática”, añade la edil.
Por otro lado, desde Educación se ha realizado un análisis comparativo entre los productos desechables, como las compresas o tampones, y las copas menstruales. Entre los aspectos estudiados destaca la reducción de residuos por persona al año que generan estos productos, la disminución de recursos naturales materiales para su producción, la reducción de emisiones de C02 a la atmósfera y, finalmente, el ahorro económico para los municipios.
Estos talleres están ayudando a romper tabúes y estigmas
“Con las copas menstruales no sólo se reducen los residuos que generamos frente a los habituales productos desechables, sino que también estamos sensibilizando sobre opciones menstruales sostenibles y saludables”, ha destacado Castillo. “Se estima que las mujeres generamos anualmente alrededor de 5 kg de residuos anualmente con el uso de productos desechables. El uso de la copa menstrual, cuyo gasto es de una unidad al año, es capaz de reducir los residuos en más de un 99%”, ha indicado la cuarta teniente de alcaldesa.
“Queremos garantizar la igualdad de todo el alumnado en el acceso a alternativas higiénicas, ecológicas y económicas”, subraya Castillo. De este modo, desde la concejalía de Transición Ecológica y Educación se pretende extender esta medida a otros ámbitos, como el deportivo, ya que “empoderamos a los jóvenes y fomentamos su autonomía”.
Las copas menstruales repartidas están fabricadas con un 100% de silicona de grado médico, producidas en Europa -cumpliendo con todos los estándares de calidad-, testadas dermatológica y ginecológicamente, y son hipoalergénicas, libres de tóxicos (sin ftalatos, bisfenol A, hidrocarburos policíclicos aromáticos, tintes, perfumes, plásticos, dioxinas, agentes blanqueantes, ni dioxinas) y seguras para el cuerpo. Además, cuenta con una bolsa para su almacenamiento seguro, con instrucciones de modo de empleo y mantenimiento.