El Centro Joven de la localidad alfarera, bautizado a cargo del Ayuntamiento de Alcorcón con el nombre de Yolanda González, joven líder estudiantil y militante de izquierdas que fue secuestrada y asesinada por un comando ultraderechista el 1 de febrero de 1980. Durante el acto, Asier González, hermano de Yolanda, ha sido el encargado de develar la placa que da nombre al edificio y que cuenta con una ilustración realizada por Óscar Cebolla. Presentado por el concejal de Juventud, David López, el encuentro ha contado con las intervenciones de diversas personas vinculadas con Yolanda González, como su hermano Asier y sus compañeras y amigas, Marta Cárdaba y Mar Noguerol.
"Consideramos que teníamos una deuda pendiente con ella, ya que fue asesinada en nuestra ciudad", ha recordado en su homenaje la alcaldesa, Natalia de Andrés, quien ha recalcado que este reconocimiento se hace ahora en "repulsa" de su asesinato y "en recuerdo de la implicación social" de González. “Hoy no es un día más, no es un simple ejercicio de recuerdo y memoria histórica sino de justicia, de pagar una deuda que el municipio tenía con Yolanda González”, aseveraba.
El Centro Joven se convierte en una antorcha de la memoria, un símbolo de la libertad y un espacio para el encuentro en los jóvenes
Erradicar el odio
De Andrés agradecía la presencia e intervención de todos los participantes en el acto. “Es el mejor sitio para recordar su memoria porque es un lugar donde se fusiona la ilusión, las ganas y la implicación juvenil”, incidía. “A Yolanda la asesino la ultraderecha porque era una joven implicada, una mujer de izquierdas, la asesinaron por sus ideas y por odio”, ha subrayado, “tenemos que erradicar de nuestras vidas el odio, el odio al diferente, al que no piensa igual, al que no ama y siente igual, al que viene de fuera”.
“Es un gran honor para el Gobierno municipal realizar este homenaje porque es una obligación ética y moral: Yolanda fue asesinada en Alcorcón y merece un homenaje en Alcorcón”, ha indicado tras lo que ha señalado que “de este modo, el Centro Joven se convierte en una antorcha de la memoria, un símbolo de la libertad y un espacio para el encuentro en los jóvenes”.