La Escuela de danza Víctor Ullate ha anunciado el cese de su actividad en nuestra localidad, Alcorcón. La decisión, según explican desde la propia escuela cuya base fundamental es la formación en danza, se toma a raíz de “las manifestaciones aparecidas en la prensa en las que se señala a la escuela de, presuntamente, estar en situación irregular”. Ahora, el Ejecutivo local liderado por la socialista Natalia de Andrés ha instado a la academia de danza a que se acoja a una prórroga hasta final de curso, evitando así que el alumnado compuesto por cerca de 600 alumnos se vea perjudicado. Por ello, desde el Gobierno municipal pedían que se reconsiderara su decisión “unilateral de abandonar” la localidad.
Antecedentes
La relación con el ayuntamiento, ponen en contexto, se inició cuando el PSOE ostentaba el sillón de Gobierno y se firmó un convenio de colaboración por el que, a cambio de utilizar el espacio público del Centro Cívico de Los Pinos y del de Viñagrande, la Escuela Víctor Ullate realizaba para el municipio diversas actividades.
El citado convenio se fue renovando de forma periódica; sin embargo, el problema llegó con el cambio de Gobierno. Cuando el Partido Popular entró a liderar la casa consistorial, el centro continuó con sus actividades; no obstante, “el Ejecutivo local del Partido Popular no informó a esta institución educativa sobre irregularidad alguna pese a que, a la luz de los hallazgos de hoy en día, las condiciones del convenio inicial habían cambiado”.
El consistorio insta a la Escuela Víctor Ullate a acogerse a una prórroga; esta, operativa hasta final de curso, evitaría cualquier perjuicio sobre el alumnado
Situación irregular
Con la llegada del Gobierno de Natalia de Andrés al poder se procedió a revisar la situación de las diversas instituciones que hacen vida en el municipio, concluyendo la misma con que la Escuela Víctor Ullate y la Escuela Antonio Canales “llevan 6 años sin contrato”, en una situación “ilegal” y sin asumir “el pago de los suministros”. Al enterarse, la academia de danza se pone en contacto con el ayuntamiento dejando claro lo siguiente: “hemos hecho lo que el Ejecutivo local nos ha pedido, hemos aportado la documentación que nos han solicitado y hemos pagado todo lo que se había acordado en el único convenio que se ha firmado”. La situación y la acusación de lucrarse indebidamente de una actividad que, según la escuela, “no le es rentable", han terminado por echar el cierre con efectos a 20 de diciembre. Ahora, el ayuntamiento reitera la solicitud de que se acojan a la autorización excepcional.