Un científico loco se adentra en su laboratorio. Entre probetas, básculas y cachivaches da con el sabor perfecto. Ahí está: ha conseguido "la" cerveza. De esa manera, tal y como si fuese el guion de una película, podemos imaginar a Daniel Díaz en su fábrica de Tarancón. Allí, este joven alfarero ha comenzado a crear las cervezas Bacterio, una nueva gama de cervezas artesanales con un toque canalla e innovador.
Unas cervezas nacidas desde cuatro valores: locura, corazón, curiosidad y, sobre todo, familia. Porque este viaje no habría llegado tan lejos de no ser porque Dani cuenta con el apoyo de sus tres hermanos: Álvaro, Rocío y Víctor. Entre los cuatro han decidido llevar más allá su proyecto y, en cuanto se pueda llevar a cabo, abrirán el Bacterio Bar en el Barrio de Las Retamas, en Alcorcón.
Una familia unida
Álvaro será el encargado de la parte de coctelería; Víctor, el responsable de la cocina; y Rocío estará al frente de la documentación y las redes sociales. Dani, por su parte, seguirá en la fábrica, cocinando unas cervezas que ya han probado en cientos de hogares madrileños y manchegos: “hemos apostado por la tienda online para salir de la crisis. Estamos teniendo mucha aceptación y mucha salida a la cerveza, que era lo que queríamos para poder sobrevivir, para poder pagar las facturas que nos están viniendo ahora. Y es lo que nos está salvando”.
Nos lo explica el propio Dani, quien se encarga de contarnos, con una pasión voraz, cómo nacieron las cervezas Bacterio. “Empecé 'cacharreando' en casa, con ollas, poniendo todo perdido. Saqué mis primeras cervezas a nivel doméstico. Hacía 20 litros o 50 litros. Esos fueron los inicios que me llevaron a emprender y a cumplir mi sueño, que era abrir mi propia cervecería”.
Nuestra formación nos ha llevado a que seamos muy exigentes con nuestro producto y es ese punto de calidad que le aportamos a nuestra cerveza
Por vocación
Dani reconvirtió su hobby en una profesión que, ahora, empieza a dar sus frutos. En Bacterio se refleja la esencia de una familia formada por científicos -Dani, por ejemplo, es biólogo- que se ha lanzado a lograr un sueño. “Disfrutamos con lo que hacemos, nos divertimos y estamos unidos. Que al final era lo que queríamos con este proyecto, estar los 4 unidos e ir para adelante. Disfrutar con lo que hacemos”, asegura el creador de las cervezas Bacterio.
Los amantes de la cerveza pueden elegir entre cinco tipos. La Eureka, la IPA, la Indian Pale, la APA Tomica, la Red Nuclear o la Trigonométrica forman un equipo perfecto que, dentro del Bar Bacterio de Alcorcón, podremos disfrutar acompañadas de cocina molecular. “La idea es acabar los platos en mesa, con espectáculos de humo, con cocina molecular y, sobre todo, llegar a un precio muy competente”, afirma Dani.
Incertidumbre por el futuro
Sin embargo, habrá que esperar antes de poder disfrutar del Bar Bacterio. “Nosotros ya tenemos el local totalmente terminado, falta algún detallito, alguna cosa de decoración, pero cuando nos dejen deseando ya arrancar”, explica el propio Dani, añadiendo que, para sortear la crisis, tuvieron que acogerse a un préstamo ICO.
Lo que sí sabe es lo que diferenciará a las cervezas Bacterio del resto de cervezas artesanas que hay en el mercado: “nuestros valores. Están hechas con productos de primera calidad. Materias primas que compramos a proveedores nacionales. Todo de la máxima frescura. Nuestros lúpulos están recolectados, la mayoría, en el Valle del Órbigo, utilizamos lúpulos en flor, productos frescos de temporada, y cuidamos el proceso de principio a fin. Creo que nuestra formación nos ha llevado a que seamos muy exigentes con nuestro producto y es ese punto de calidad que le aportamos a nuestra cerveza”.