Manos atadas

El plan supone una limitación a la economía presupuestaria, es decir, no se puede invertir más de lo que invirtió en el año 2018. Cualquier gasto queda limitado al crecimiento del PIB, que “se prevé muy bajo a causa de la parálisis del Gobierno socialista de la nación”, en funciones desde el mes de marzo. Esta circunstancia viene agravada por el retraso en el pago a proveedores desde el tercer trimestre. Un retraso denunciado por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) y reconocido por la propia Tesorería Municipal, que sitúa al Ayuntamiento de Alcorcón entre las peor pagadoras de las grandes ciudades de Madrid.

“Los socialistas están incumpliendo deliberadamente con sus obligaciones con el Ministerio de Hacienda gastando por encima de lo autorizado y no volviendo a pagar a los proveedores, afirma Antonio Beteta, concejal del Partido Popular de Alcorcón. “Esta política genera desconfianza y desempleo, y vuelve a hundir a Alcorcón”.