El Alcorcón empató a uno frente al Celta B en su estreno liguero como local en Primera Federación. Un partido en el que los amarillos tuvieron infinidad de buenas oportunidades para llevarse el triunfo, pero en el que la falta de acierto fue una losa demasiado pesada para los de Fran Fernández que, pese a todo, generaron muy buen fútbol y dieron muy buena imagen ante un Santo Domingo que presentó un fantástico ambiente. Comenzó el partido con minutos de tanteo, en los que el Alcorcón fue poco a poco adueñándose del balón y queriendo llegar al área rival. Mediado el primer acto, Chiki tuvo la primera con un buen disparo desde la frontal, que salió cerca del palo derecho de la meta viguesa.
En el minuto 28, Iker Losada abrió el marcador con un tiro desde la frontal, cuyo bote en área chica despistó a Jesús, para convertirse en el 0-1. El tanto celtiña espoleó a los amarillos, que no tardaron en reaccionar. Una buena recuperación de Víctor García en banda derecha terminó en un centro al corazón del área, que Álvaro Bustos cabeceó para conseguir el 1-1. Del empate al descanso, la oportunidades fueron de un Alcorcón que lo buscó con ahínco. Chiki y Álvaro Bustos tuvieron las mejores, aunque no lograron poner en ventaja a la Agrupación.
Tras la reanudación, el equipo de Fran Fernández puso una marcha más y Chiki gozó de dos nuevas oportunidades cerca del cuarto de hora de juego, que no llegaron a encontrar portería. El técnico almeriense del Alcorcón movió el banquillo y dio entrada a Morillas y Ernesto para un último cuarto de partido en el que los alfareros fueron con todo. En el minuto 70, Juanma Bravo avanzó en tres cuartos, pisó área y solo el portero del Celta B, con una gran intervención, evitó el gol del centrocampista murciano. Minutos después, Dalmau y Moyano entraron al campo y, con dos delanteros, el Alcorcón siguió buscando el gol cada vez con más intensidad.
Del empate al descanso, la oportunidades fueron de un Alcorcón que lo buscó con ahínco
Fue la conexión entre ambos la que estuvo cerca de encontrar el segundo, en un balón al área que cabeceó Dalmau para la entrada del 9 amarillo, que cabeceó fuera por muy poco. Santo Domingo apretaba tanto como el equipo, con sus ánimos desde la grada. El gol se sentía cerca, pero faltaba el acierto necesario. Un magistral pase de Berto para Dalmau dejó solo al balear ante el meta del filial vigués, que volvió a salvar a su equipo con otra buena parada.
Quedaban cinco minutos para el final y los nervios tomaban parte del juego. Pedro Mosquera vio la segunda amarilla, que nos dejó con diez jugadores y, pese a lo cual, el Alcorcón no dejó de intentarlo hasta el pitido final. Finalmente, el tanto que diera el triunfo no llegó, pero Santo Domingo valoró el esfuerzo y el trabajo de un equipo que, a buen seguro, seguirá creciendo jornada a jornada y que ya piensa en el Linense.