La Agrupación Ciudadana Independiente para Aranjuez (Acipa) ha presentado una proposición en la que reclama la puesta en valor del histórico Castillo de 1806 mediante un acuerdo entre el Consistorio y Patrimonio Nacional.
Desde la formación piensan que la cesión del espacio conllevaría la necesidad de acometer una inversión muy importante por parte del ayuntamiento, por lo que creen que sería inviable en la actualidad, a no ser que se solicitasen fondos a otras administraciones. La opción que Acipa ve más factible es la suscripción de un convenio con Patrimonio Nacional para el uso conjunto de este espacio, atendiendo a las posibilidades que se le puede abrir una vez que el Museo de Falúas esté de nuevo en funcionamiento. Además, creen que Aranjuez sería un lugar perfecto para ubicar un museo dedicado a la Música por parte de Patrimonio Nacional.
"Lo que no puede consentirse por ninguna de las partes es el estado de abandono de una instalación con magníficos interiores abovedados que podrían estar dando un importante rendimiento a ambas instituciones y que está sumido en un marasmo inexplicable desde hace casi una década", afirma Acipa en su proposición. El grupo político piensa que el Consistorio tiene que tomar la iniciativa en este asunto y analizar la situación junto a Patrimonio Nacional para encontrar la mejor opción.
Acipa ve factible la suscripción de un convenio con Patrimonio Nacional para el uso conjunto del Castillo
No es la primera vez que Acipa presenta una proposición relativa al patrimonio de Aranjuez. En 2017, solicitaron que el ayuntamiento pidiera la cesión de espacios sin utilizar titularidad de Patrimonio Nacional con el fin de darles utilidad para exposiciones. El Partido Popular presentó una proposición para la creación de un Museo dedicado al Maestro Rodrigo y Acipa vio el Castillo como el lugar correcto para ello. Sin embargo, no salió adelante debido a que Patrimonio seguía con el interés de utilizar el espacio para la hostelería.
El Castillo de 1806 hasta hace unos años era un popular espacio hostelero dentro de las propias instalaciones del Jardín del Príncipe. Una edificación monumental construida con el diseño de Domingo de Aguirre, en un punto de giro del meandro del Tajo, muy cerca de los Pabellones y el Embarcadero Real que antes aludíamos. Fue construido en ladrillo sin llegar a ser revestido del todo por piedra de Colmenar tras el estallido de la Guerra de la Independencia. Su función era precisamente la de complemento de las instalaciones del embarcadero para suponer un mirador privilegiado en una zona de topografía horizontal. Supone además, actualmente, charnela o punto de unión entre los espacios netamente palaciegos (como es el Jardín real o del Príncipe) y los Sotos Históricos, espacios ambos Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad, ya que en sus inmediaciones hay una pasarela que cruza el río hacia el Paseo de Colmenar.