El Albergue San Vicente de Paúl ha querido agradecer al pueblo de Aranjuez el interés, dedicación y generosidad que tiene hacia el Centro y, sobre todo, hacia sus residentes y Comunidad Religiosa “Mercedarias de la Caridad”.
Desde su creación, en el año 1984 por el cura Pepe y por un grupo de voluntarios muy sensibles ante estas situaciones, el pueblo hace suyo el Centro y colabora muy generosamente para su mantenimiento: Cáritas Diocesana de Getafe junto con la Comunidad Religiosa asumen la dirección y gestión del mismo.
El Centro no solo busca cubrir las necesidades básicas de estas personas sino ser un espacio de acogida, atención y acompañamiento, donde se trabajan aspectos del área laboral, social, familiar y sanitario que faciliten la normalización de su vida e inserción en la sociedad.
Se han atendido a 300 personas sin hogar
Como indican en el comunicado: “Siempre detrás de una “Persona sin Hogar” existe una historia vital real; encontramos habitualmente signos de estados de salud física y mental deteriorados y vida en la calle; por eso, debemos acercarnos sin prisa, buscando el descubrir y sus valores y cualidades, haciéndoles protagonistas de su inserción social y laboral. Hay que dejar de verles como “objeto de ayuda” y recuperar su imagen como ciudadanos de derechos y de obligaciones”.
Se han atendido a unas 300 personas en situación de calle, de los cuales 70% son españoles; 11% pertenecientes a la comunidad europea; 19% extracomunitarios; el mayor porcentaje sigue estando en la franja de edad de 45 a 65 años, aunque aumenta significativamente el porcentaje de personas de entre 19 y 34 años en el curso pasado. Un 66% cuenta con estudios primarios y un 6% universitarios. El porcentaje de mayores de 60 años en situación de exclusión residencial severa que llegan al Centro también es considerable.
Desde el albergue se está detectando “un cambio en el perfil; personas con menos recorrido en situación de calle, menos deterioro físico y psíquico, así como mayor empleabilidad”.
“Las necesidades en el Albergue, cada año, son mayores. Por ello, debemos seguir mejorando las instalaciones; en estos últimos años hemos acometido una serie de reformas muy necesarias, como la cubierta y el tejado, baños y duchas y otras que todavía no hemos podido afrontar por tener un déficit considerable”.
El albergue confía “plenamente en la colaboración y generosidad del Pueblo de Aranjuez, en los voluntarios y donantes que, juntos, nos permite continuar con esta obra social y ofrecerle la posibilidad de colaborar”.
Finalmente, agradece “Una vez más, en nombre de todas estas personas en situación de sin hogar, la colaboración tan generosa del pueblo de Aranjuez”.
Imagen: Centro de Atención a Personas Sin Hogar 'Albergue San Vicente de Paúl.