Hace más de un año del inicio de la pandemia de la Covid-19, que ha obligado a cambiar el ritmo de vida y las rutinas de todo el mundo. Ha afectado a todos los sectores, que se han visto obligados a adaptarse, o desaparecer. El deporte, en todos los ámbitos, ha sido uno de los más castigados, pero parece ser que, poco a poco, y con la inmunidad de rebaño, se empieza a ver la luz al final del túnel.
El Ayuntamiento de Aranjuez, a través de la Delegación de Deportes y con la aprobación de algunos clubes, ha autorizado la presencia de público en las gradas de los pabellones de Las Olivas y Agustín Marañón, en partidos de competiciones oficiales. Pero para dar luz verde a esto, los clubes han aceptado ser responsables del cumplimiento del estricto protocolo antiCovid.
El aforo será limitado a dos personas por jugador, hasta llegar a un total de 48 partidos en baloncesto, fútbol-sala y deportes de sala, mientras que serán 60 en los de balonmano. También podrán asistir a pabellones que no cuentan con gradas, como los de los centros escolares de San Fernando, Maestro Rodrigo y Carlos III. Por su parte, los de Santa Teresa y San José de Calasanz aún no tienen el permiso del Ayuntamiento, al igual que El Pinar.
La nueva normalidad trae consigo público en las gradas, pero con estrictas medidas de seguridad
Los clubes deberán nombrar a un Delegado de Cumplimiento del Protocolo (DCP), que deberá, con un certificado, hacerse responsable de que se cumplen las normas. También deberán contar con uno o varios Responsables de Higiene (RH), cuya función es garantizar la salud de todos los asistentes y apuntar el acceso de estos para poder contactar con ellos en caso de que sea necesario.
En caso de que los clubes no aporten dicha documentación, no contarán con el permiso del gobierno local. Además, deberán disponer del material necesario, como termómetros digitales, alfombras desinfectantes, mascarillas, geles hidroalcohólicos, etc.
El público tendrá que llevar obligatoriamente puesta la mascarilla, y habrá un espacio interpersonal de 2 metros. Las familias deberán llevar acreditación y no se permitirá comer y beber en las gradas. Todo esto podrá ser modificado si las autoridades sanitarias, como la Consejería de Sanidad de la Comunidad o el propio Servicio Municipal de Salud, lo consideran necesario porque se ha agravado la situación.