Con motivo del Día del Árbol, un total de 762 alumnos y alumnas de Educación Primaria de nueve colegios argandeños y del centro APSA participan desde hoy en la plantación de 320 especies forestales en una parcela de titularidad municipal de la Dehesa “El Carrascal”. En esta actividad, organizada por el Ayuntamiento de Arganda del Rey, a través de sus concejalías de Medio Ambiente y Educación, participan los colegios San Juan Bautista, León Felipe, Carretas, Antonio Machado, Rosalía de Castro, Miguel Hernández, Nuestra Señora de la Milagrosa, Benito Pérez Galdós, Malvar y el centro APSA. A la actividad han asistido el concejal de Medio Ambiente, Jorge Canto; el concejal de Educación, Eugenio Dionisio; y otros representantes de la Corporación Municipal.
Los estudiantes, con ayuda de los trabajadores y técnicos municipales, han comenzado a plantar 320 árboles entre encinas y quejigos, especies presentes de manera natural en este enclave del Parque Regional del Sureste. Las plantas proceden del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), donde se producen plantas con el mismo genotipo de la zona, importante para su conservación. Para amenizar la espera los más pequeños han podido disfrutar de un espectáculo relacionado con el Medio Ambiente.
Han comenzado a plantar 320 árboles entre encinas y quejigos, especies presentes de manera natural en este enclave del Parque Regional del Sureste
El 21 de marzo inaugura la llegada de la primavera y, por dicha razón, hace 100 años, se eligió esta fecha para conmemorar el Día Mundial del Árbol, con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia de proteger los recursos forestales, vitales para el desarrollo de la humanidad y su hábitat.
Estas plantaciones contribuyen a alcanzar dos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que establece la Agenda 2030. El primero de ellos es adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos, pues con la plantación de vegetación se contribuye a mejorar la calidad atmosférica al actuar las plantas como sumideros de carbono. El segundo es gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras, y detener la pérdida de biodiversidad. Con las especies a plantar se pretende potenciar la regeneración del bosque mediterráneo original que existía en la Dehesa, en detrimento del pinar de repoblación. De este modo, se favorece el desarrollo de especies que actualmente están presentes en menor porcentaje, contribuyendo al aumento de biodiversidad tanto de flora como de fauna.