Este mes de junio de 2022 defiendo en el pleno una moción para que el gobierno socialista valore el uso de drones, que eviten más INCENDIOS en gestoras de residuos, y para que solicite medidas a Enaire que acaben con las molestias de ruido derivadas del incesante SOBREVUELO DE AVIONES por el casco urbano residencial.
Desde hace años la vecindad se viene quejando de las molestias acústicas ocasionadas por el tráfico aéreo. El ruido se percibe en toda Arganda porque estando el VOR de Perales de Tajuña a unos 4 kilómetros -distancia suficiente para amortiguarlo- lo cierto es que aviones de todo tipo sobrevuelan, día y noche a poca altura, por encima de las zonas residenciales, de los colegios, del hospital, de oficinas… de Arganda del Rey.
“Hay días que se les oye cada 3-4 minutos en una especie de caravana aérea” me comenta un vecino. Serán peores las consecuencias en la época del año en que ahora entramos, porque debido al calor las ventanas se quedan abiertas incluso durante las horas de descanso nocturno. Por el radiofaro de Perales entran las rutas del Sur y del Este y algunas del Norte, es decir, se trata de un volumen considerable. Son estas entradas hacia el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas las que mayormente están perjudicando a la vecindad de Arganda del Rey. En los planos publicados por la autoridad aeroportuaria no aparecen sensores de medición de ruido en nuestra ciudad, lo cual llama la atención.
Los efectos de la especulación asociada a la futura ampliación de Barajas
Afortunadamente la sociedad actual está dejando de aceptar que el ruido sea un producto natural del desarrollo. De hecho hay normativa como las Directivas Europeas, la Ley española del Ruido 37/2003 y otras para sectores concretos de actividad que tienen como objeto prevenir, vigilar y reducir la contaminación acústica. Es competencia de la Administración General del Estado la revisión del Mapa Estratégico de Ruido (MER) del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Se trataría de medir la contaminación que realmente percibe la vecindad más que de meras operaciones aritméticas en un despacho. Los giros para prepararse hacia el vector de entrada suponen un mayor impacto acústico.
Esta moción se vuelve aún más pertinente en el momento presente si tenemos en cuenta la opacidad del Estado respecto a la modificación el año pasado del Reglamento de Circulación Aérea, el apoyo del gobierno regional al proyecto de ampliación del aeropuerto de Barajas y que a primeros del mes de mayo de 2022 se ha celebrado en España el primer taller sobre “coordinación civil militar en la implantación del uso flexible del espacio aéreo” a nivel europeo. La ciudadanía de Arganda desconoce qué entiende ENAIRE y el ejército por “uso flexible” o por “optimización del uso del espacio aéreo adaptándolo a las necesidades de la aviación civil y militar”. ¿Lo van a explicar?
En el ámbito sanitario los Ayuntamientos deben asumir como responsabilidades mínimas el control sanitario del medio ambiente y la promoción de la salud a nivel comunitario. Cuando hablamos de contaminación acústica nos estamos remitiendo a un enemigo “invisible” que produce efectos negativos sobre la salud humana, tanto fisiológicos como psicosomáticos. El Informe del Instituto de Salud Carlos III de 2016 ya alertaba de cómo la contaminación acústica puede generar pérdida de audición paulatina en la población, alteración del sueño, estrés, pérdidas de concentración y, en algunos casos, problemas relacionados con la tensión arterial. Además, se están degradando las condiciones de habitabilidad de otras especies. El aumento del tráfico aéreo en el Sureste por la especulación asociada a la futura ampliación del aeropuerto de Barajas, ya está afectando también a la avifauna, víctima de ruidos y colisiones.
Afortunadamente la sociedad actual está dejando de aceptar que el ruido sea un producto natural del desarrollo
“Si la aviación mundial fuera un país, se ubicaría entre los 10 principales emisores de gases de efecto invernadero” según la propia Comisión Europea. Arganda, España, Europa y el mundo están preocupados también por el compromiso al que se llegó en París hace siete años para limitar a 1’5 grados centígrados la temperatura del planeta en comparación con los niveles preindustriales.
Día sin ruido, Plan Municipal para la Mejora del Ambiente Sonoro y ZBE: tareas pendientes
La Sociedad Española de Acústica (SEA) recuerda cada año el último miércoles del mes de abril en la celebración del Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido que “la lucha contra el ruido precisa de concienciación y colaboración ciudadanas, así como de una implicación decidida y eficaz de las administraciones competentes”. Junto a esas actividades de concienciación, valorar si fuera necesario un Plan Municipal contra el Ruido sería otra cuestión pendiente para saber qué otros problemas de ruido están afectando a nuestro extenso término municipal y articular soluciones.
Entiendo que el futuro Plan de Movilidad Urbana Sostenible será una importante herramienta para cumplir con la obligatoriedad de crear Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en Arganda, puesto que superamos los 50.000 habitantes que marca la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. La implantación de ZBE debe sumar a la tarea de hacer frente a los altos niveles de ruido urbano que soporta la vecindad, con exposiciones diarias superiores a los 55 decibelios.
Una de las vecinas con las que he trabajado esta moción me comentaba: “miramos las etiquetas para saber qué ruido hacen los electrodomésticos. Se ponen multas si los coches, motos, fiestas o industrias superan el índice de decibelios. Tenemos en cuenta la insonorización cuando vamos a alquilar o a comprar un piso. En cambio la ciudadanía sentimos desprotección respecto al vuelo continuo de aviones sobre nuestras cabezas. En un momento puntual por motivos operacionales se puede entender que desvíen el tráfico aéreo por aquí, pero no por sistema. Y, por cierto, gran opacidad en los tiempos que vivimos sobre la aviación militar. No queremos más COVID o virus, pero hay que reconocer que entonces cesó el ruido. Creo que es posible armonizar la actividad humana con la experiencia de vivir en ciudades tranquilas. Así que mi pregunta es: ¿qué puede hacer nuestro Ayuntamiento para ayudarnos contra las molestias provocadas por los aviones?”
Ya van 4 incendios serios en empresas donde se “amontonan” los residuos
Por último, pero no por ello menos importante, tratando mi moción del espacio aéreo y habiendo anunciado el gobierno socialista en 2016 que la policía local iba a adquirir un dron para mejorar la vigilancia medioambiental en el municipio, creo conveniente retomar y ampliar ese proyecto. Hace unos días, el 20 de mayo, hemos sufrido un nuevo incendio en nuestro término municipal, concretamente en la empresa recicladora E. Niño, con consecuencias en la calidad del aire. La vecindad se pregunta por medidas prácticas para que en Arganda no se sigan produciendo este tipo de desastres. Recordemos que en 2016 tuvo lugar otro gran incendio en la misma empresa.
Al año siguiente, en 2017 cerca de centros escolares de La Poveda explotó REQUIMSA dejando personas heridas y cuantiosos daños en industrias de la zona. También se dedicaba a la gestión de residuos e igualmente había sido protagonista de otro incendio años atrás. Personalmente creo que la contaminación no tiene signo político, pero veremos lo que votan los grupos PSOE, PP, Cs y VOX el 1 de junio en la sede de la soberanía popular.