Meses algo convulsos para Arroyomolinos, desde que en noviembre del año pasado se desbordase, como consecuencias de las fuertes lluvias, el cauce del Arroyo de la Arroyada, causando el derrumbe de algunas de las viviendas ubicadas en las calles Álamo y Alameda. Tras varios años denunciando una “falta de entendimiento” entre el Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid y el Gobierno Central, los vecinos damnificados empezaron a pedir respuestas y soluciones urgentes a los daños e inundaciones de sus parcelas, convocando manifestaciones y marchas.
En marzo comenzaron las gestiones para recibir la autorización de la Confederación Hidrográfica del Tajo e iniciar los trabajos de protección de los taludes, y en mayo se presentó el Proyecto de Ejecución de Obra. A día de hoy, y tras la limpieza y retirada de vertidos en las fincas cercanas de titularidad municipal, no se conocen más novedades en este sentido.
Una etapa que ha quedado también empañada por la citación de la alcaldesa, Ana Millán, a declarar como investigada por la supuesta comisión de un delito continuado de prevaricación administrativa, en relación a unos contratos de carácter presuntamente irregular en la época en la que era concejal en el Consistorio, durante la anterior legislatura. Un motivo por el que Podemos instó en la localidad a llevar a término una moción de censura que no salió adelante.
Este partido, además, apunta a aspectos, entre otros, como “la construcción inmediata de un tercer instituto, nuevos centros culturales y una escuela de idiomas” como cuentas pendientes por la Administración local, en virtud de que “Arroyomolinos es un municipio joven, con mucho futuro y muchos niños y niñas en edad escolar. Son estos los que deben ser la principal prioridad de nuestro Ayuntamiento: su educación, salud, ocio, su acceso a la cultura y al deporte, y también que aprendan y desarrollen aspectos relacionados con el respeto y cuidado por el medioambiente”, sostienen desde la formación morada.
Por otro lado, apuestan por la peatonalización del casco antiguo, con el fin de contar con un plan de movilidad urbano sostenible “que limite o reduzca el transporte con vehículos privados, altamente contaminantes, sustituyéndolos por otros más saludables y respetuosos con el medioambiente”, y matizan que “las cuentas están saneadas y hay buen músculo económico”, pero que el Consistorio “carece de suficientes profesionales y trabajadores para sacar adelante los proyectos e infraestructuras que hay en mente -como el edificio polifuncional de los Galayos, la remodelación de la calle Marbella, la renovación de arbolado o el asfaltado de nuestras calles y dotación de mobiliario urbano- en un plazo razonable”.
Arroyomolinos es un municipio joven, con mucho futuro y muchos niños y niñas en edad escolar. Son estos los que deben ser la principal prioridad de nuestro Ayuntamiento
El Partido Socialista señala como necesario “un aumento de la frecuencia de recogida de basura y renovación de contenedores y limpieza a fondo de calles y jardines”. En este sentido, varios vecinos pusieron el grito en el cielo con la implantación de la última campaña de concienciación sobre la recogida excrementos caninos, la cual convirtió a Míster Truño en fenómeno fan, indicando que “habría que controlar otros focos de mal olor, como la depuradora, los vertidos ilegales o la granja de pollos”.
El PSOE añade a la lista “la construcción de vivienda social con los remanentes presupuestarios y una mayor dotación de aulas en colegios públicos e institutos”. En el horizonte de vecinos y partidos políticos, otras reivindicaciones históricas que exceden la competencia municipal, como la llegada del tren y del metro, la retirada de residuos y control de los vertidos en el Río Guadarrama a su paso por la localidad.