La temida oruga procesionaria ha adelantado su temporada de aparición en las calles de nuestras ciudades. Entre ellas, Arroyomolinos. La empresa municipal EMUGESA ha emitido un comunicado para advertir a la ciudadanía de su pronta presencia, y de la necesidad de tener en cuenta todas y cada una de las precauciones que la administración pone a disposición de los vecinos y vecinas.
A pesar de las medidas de prevención que el ayuntamiento, indican desde la empresa de limpieza, las altas temperaturas hacen que, un año más, como ocurriese en 2019, la temporada de la procesionaria se haga especialmente larga. Comienza en febrero, y se alargará durante los meses de marzo y abril.
La oruga procesionaria es peligrosa para las personas, pero para los animales puede llegar a ser mortal
Es por ello que desde el consistorio recuerdan a los arroyomolinenses que vigilen el suelo por el que pasen, de aquí a tres meses, niños y mascotas. La oruga procesionaria es peligrosa para las personas, pero altamente mortal para los animales (los perros suelen olfatearlas e, incluso, comérselas, provocando una erupción en la lengua y la garganta que puede ocasionar necrosis y asfixia). Su presencia es especialmente llamativa en parques y jardines, más si son zonas en las que se asientan pinares.
Más allá de la vigilancia, los operarios municipales aconsejan, directamente, tratar de evitar, en la medida de lo posible, el tránsito por las zonas con pinos o cedros si se observan hileras de orugas descendiendo de los árboles. Cada oruga cuenta con miles de pelos que se desprenden con facilidad y pueden ser muy urticantes. El contacto con la piel puede provocar reacciones cutáneas y, también, problemas oculares y respiratorios.