La Comunidad de Madrid ha firmado un convenio con el Ayuntamiento de Arroyomolinos para realojar a las familias que viven en el núcleo chabolista "Las Sabinas", ubicado en el Río Guadarrama. Sin embargo, desde Soy-De. hemos podido conocer de primera mano no solo la realidad que se vive en este poblado, sino la falta de información que poseen estas familias con respecto a su futuro, aún muy incierto.
Las pequeñas avenidas que conforman el complejo chabolista están desbordadas de basura y escombros, los niños juegan entre piezas de coches, cristales, residuos orgánicos... En ambos lados de la calle hay bolsas repletas de chatarra y otros desperdicios que se van acumulando sin dejar un hueco limpio. La gente se reúne entorno a las pequeñas estructuras que se han podido construir con diferentes piezas, y comentan como, en muchas ocasiones, se han visto en las situaciones más extremas que una persona puede vivir: sin agua, sin luz, sin calefacción para el invierno, con ratas y todo tipo de animales que se cuelan en sus hogares, y sin apenas esperanzas de poder aspirar a algo mejor.
Para poder acceder al realojo, las familias deben cumplir unos requisitos. Muchos de los vecinos explicaban que la condición básica para poder salir era haber entrado en el poblado alrededor del año 2008, un requisito que parecían cumplir muy pocos. "Yo entré en el 2009, por un año, sólo por un año, no podré salir de aquí". Así mismo, otros afirmaban que "no pedimos salir de aquí, si no quieren nos quedamos, pero por favor, por lo menos tener unos servicios básicos que nos ayuden a limpiar la zona, o hacer la compra, tener más condiciones de higiene...". También afirmaban que "muchas veces vemos sacos de basura con el nombre de empresas, obviamente nosotros no hemos podido colocar esos sacos ahí, no tenemos empresas, por lo tanto la gente se viene aquí a tirar sus desperdicios, a tirarlos en nuestras casas"
Además, todos los vecinos de "Las Sabinas" coincidían en una cosa: tanto el Gobierno regional como el Ayuntamiento les tienen abandonados. También pedían desesperadamente que se les escuchara, "nosotros tenemos unos ahorros para poder pagar la luz, el agua... Solo pedimos que nos pongan un techo", y afirmaban que "para ellos no tenemos derechos, no tenemos derecho a una vivienda digna", "solo pedimos una cosa: somos personas, y como personas tenemos derecho a vivir dignamente".