La mayoría de nuestros representantes en Boadilla coinciden en que desde el Gobierno de nuestro país, últimamente, no se están haciendo las cosas demasiado bien. Así lo ha mostrado la aplastante mayoría de votos a favor (21 votos frente a los 2 en contra del PSOE) de la moción de urgencia presentada por el Partido Popular, para expresar el rechazo desde el Ayuntamiento a las últimas iniciativas legislativas del Gobierno: la reforma del delito de sedición y de malversación y el cambio legislativo que pretender acometer para cambiar la forma de escoger a los jueces del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional.
La moción popular aprobada, que ha sido presentado por los populares en otros municipios de nuestra comunidad, responde a la estrategia del Partido Popular para expresar su rechazo a estas decisiones del Gobierno de la nación. En Boadilla, ya se aprobó una moción similar el mes pasado de noviembre, también en rechazo del cambio en el delito de sedición. La aprobación de la iniciativa expresa, de manera simbólica, la visión negativa de la mayoría de los ediles (solo los 2 representantes socialistas se han opuesto) con respecto a las Reformas Penales impulsadas por el gabinete de Pedro Sánchez.
En Boadilla ha quedado clara la postura de rechazo a estas políticas de acercamiento con el movimiento independentista catalán
El propio texto de la moción se muestra crítico con estas políticas, afirmando que la modificación penal beneficia "a los autores de actos contra el orden constitucional y contra la Justicia, o el uso ilícito de los fondos públicos y la corrupción".
El propio texto ensalza en varias ocasiones el artículo 2 de nuestra Constitución, que reza: "La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad de todas ellas".
Si en Boadilla ha quedado clara la postura de rechazo a estas políticas de acercamiento con el movimiento independentista catalán, solo queda esperar si en las próximas elecciones estas decisiones pasan factura- o no- al presidente Pedro Sánchez.